La cabecera francesa fundada por Sartre aborda las últimas noticias del proceso separatista con el acento puesto en la radical transformación experimentada por el diputado de Junts pel Sí Lluís Llach, gran maestro de ceremonias separatistas. El corresponsal en Madrid de Libération, François Musseau, es el autor de una pieza demoledora para la imagen del cantautor bajo el título "De cantante amenazado a diputado amenazante"
El artículo recoge la presentación el pasado martes de la ley del referéndum separatista y recuerda las "agresivas declaraciones" del cantautor respecto a los funcionarios que no se sometan a la "legalidad catalana". Llach ha dejado de ser un "bardo anarquista e insurgente" para convertirse en "un censor dictando las consignas a seguir a riesgo para quienes las contravengan de 'sanciones' impuestas por el futuro (e hipotético) estado catalán".
El texto se remite a las palabras de Llach en sus conferencias "didácticas": "Los funcionarios que vivan y trabajen aquí tendrán que obedecer nuestras leyes, así que se lo tendrán que pensar con cuidado porque cuando tengamos un estado independiente deberán responder por sus acciones y podrán ser castigados por el gobierno catalán". De ahí que por su propio bien e "interés", Llach "aconseje" a los funcionarios, según el texto de Libération, "someterse al diktak catalán en vez de a las normas españolas".
Para finalizar, el diario francés lo compara con sus "antiguos censores" y alude literalmente a Franco como "Caudillo": "Entre 1970 y 1975, cuando la muerte del Caudillo, se le prohibió actuar en España y se tuvo que exiliar en París. En 1985 dio un concierto histórico en el Camp Nou del F. C. Barcelona, ante 120.000 espectadores de pago. Independentista visceral, muestra un resentimiento contra el Estado español que paradójicamente delata el mimetismo con sus antiguos censores".