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Así serán los primeros días de Junqueras y los exconsejeros catalanes en prisión

Los primeros días permanecerán en el módulo de ingreso en una celda individual. Después, se les asignará un módulo y compartirán celda.

Los primeros días permanecerán en el módulo de ingreso en una celda individual. Después, se les asignará un módulo y compartirán celda.
Interior de una prisión. | Instituciones Penitenciarias

El exvicepresidente de la Generalidad de Cataluña, Oriol Junqueras, y otros siete exconsejeros del Gobierno regional han ingresado este jueves en diferentes prisiones cercanas a Madrid. La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha considerado que hay riesgo y tienen posibles económicos para huir, por lo que ha decretado prisión provisional. Sólo uno de ellos, Santi Vila, podrá abandonar la cárcel si paga en próximos días la fianza de 50.000 euros que se le ha impuesto.

Pese a que en un primer momento Interior iba a distribuir a los exmiembros del Gobierno catalán en cinco prisiones, finalmente ha decidido agruparlos en solo dos: Estremera (Madrid VII) y Alcalá-Meco (Madrid II). A la primera van Oriol Junqueras, Joaquim Forn (Interior), Jordi Turull (Presidencia), Raül Romeva (Asuntos Internacionales), Josep Rull (Territorio), Carles Mundó (Justicia) y Santi Vila (Empresa). En el segundo centro penitenciario ingresan Dolors Bassa (Trabajo) y Meritxell Borràs (Gobernación).

Sea cual sea el delito por el que se entra en prisión, todos los presos deben cumplir los mismos trámites a la hora de ingresar en una prisión. Primero, son identificados por los funcionarios del centro y quedan registrados en el libro de ingresos, tras lo que se procede a tomarles las huellas dactilares y se les sacan dos fotografías –una de frente y otra de perfil– para la apertura del expediente personal, en la que se recoge la situación procesal y penitenciaria de cada preso.

Una vez finalizado este primer trámite, el personal del centro somete al preso a un cacheo personal y a un control de las pertenencias con las que ingresa. Todo artículo con el que no pueda acceder al interior del recinto (cartera, relojes, teléfonos móviles…) son guardados y se le entrega un recibo al recluso. Sobre la custodia de estos objetos hay dos posibilidades: se pueden entregar a un familiar designado o bien quedar en custodia hasta que el preso abandone la prisión.

Entonces se entrega al nuevo recluso varios kits que van a ser necesarios para su nueva vida en el centro penitenciario. Uno tiene un juego de sábanas y una manta. Otro es una bolsa de plástico con artículos de higiene personal. Además, se facilita al preso un juego de cubiertos de plástico para que use en sus tres comidas diarias y una tarjeta monedero para que puedan comprar lo que quieran en el economato. Las familias pueden ingresarles en esa tarjeta un máximo de 80 euros a la semana.

El manual "La prisión paso a paso", editado por Instituciones Penitenciarias, explica que el preso pasa entonces a una pequeña enfermería donde es sometido a un reconocimiento médico. En ese momento, deberá informar a los médicos del centro penitenciario de las enfermedades o alergias que tiene, los medicamentos que toma regularmente o de cualquier otro tipo de información médica relevante sobre su salud.

Durante los primeros días de su estancia en prisión, el recluso está en el módulo de ingresos en una celda individual, donde tendrá que afrontar y asumir psicológicamente el hecho de haber quedado en una situación de privación de libertad. Es asistido durante esos días por un trabajador social (a los que informa de cómo queda su situación familiar), un psicólogo, un educador y diverso personal del centro, que de prolongarse su estancia en la cárcel son los encargados de decidir el módulo al que es asignado y los posibles trabajos que pueda desarrollar en la prisión.

En lo que a la vida en prisión se refiere, el toque de diana llega a las ocho de la mañana. Mientras los presos que están asignados a módulos tienen que estar a las 8:30 horas de la mañana en el comedor para el desayuno, los reclusos que están todavía en el módulo de ingreso, como es el caso de los exconsejeros del Gobierno catalán, permanecen en sus celdas y es otro interno el que les lleva la bandeja del desayuno hasta su celda.

Acabado el desayuno, en el módulo de ingreso continúan en las celdas, recibiendo las visitas del personal del centro penitenciario, y el mismo proceso ocurrido durante el desayuno se repetirá con la comida y la cena. Por su parte, los reclusos asignados a un módulo, y que comparten celda con otro interno, se tienen que ceñir a los horarios marcados por el centro.

Así, una vez concluido el desayuno, entre las 9:00 y las 13:00 horas, acuden a los cometidos que tienen asignados (lavandería, cocina, biblioteca…) o si no lo tienen, salen al patio o acuden a la sala de televisión. Quien lo solicita, puede acudir también a las duchas para asearse. Entre las 13:00 y las 14:00 se sirve la comida en el comedor, tras la que los presos van a sus celdas hasta las 16:30 para dormir la siesta.

Concluido el horario de descanso, los reclusos vuelven salir de sus celdas hasta las 20:30 h., donde vuelven a ir a cumplir con sus cometidos, al patio, a la sala de televisión o a las duchas si así lo pidiesen. De 20:30 a 21:30 se sirve la cena, tras la que los reclusos vuelven a sus celdas hasta el toque de diana de la mañana siguiente.

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