El expresidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, se ha venido arriba este sábado durante la presentación de su candidatura, acto que se ha celebrado en el Van Der Valk Hotel de Brujas. Arropado por un centenar de miembros de la lista y en ausencia de la plana mayor del PDeCAT, Puigdemont ha comenzado su arenga con un recuerdo a los Jordis y a los exconsejeros presos, pero también con veladas críticas contra Oriol Junqueras y ERC por su negativa a concurrir en una candidatura conjunta. "No es el tiempo de los partidos, el momento exige que seamos militantes de Cataluña, no de los partidos", afirmó dirigiéndose a sus candidatos, muchos de ellos independientes.
"Habéis adoptado un compromiso profundo porque entendéis que la situación trasciende a los partidos políticos", añadió. Para enfatizar la alusión, dio las gracias a su partido por haber dado un paso atrás dada las graves circunstancias en las que, según él, se encuentra Cataluña y cerró el apartado con un aviso: "Si no huimos del particularismo y el partidismo, si no ponemos una dosis de generosidad, no podremos ganar". Junqueras es el rival a batir. Puigdemont pretende ser nombrado presidente hasta en el caso de que sea el líder de ERC el candidato separatista más votado.
El segundo capítulo de su discurso, de más de veinte minutos, estuvo dedicado al carácter "excepcional" de los comicios y la naturaleza perversa del Gobierno, el Tribunal Constitucional, los abogados del Estado y la Unión Europea. Puigdemont aseguró que "los historiadores se preguntarán cómo fue posible que una candidatura se tuviera que presentar en el exilio". "El Estado -siguió- no acepta competir en igualdad de condiciones en unas elecciones que no son autonómicas, sino que decidirán el curso de las próximas generaciones y que se celebran en unas circunstancias anormales". "Si hay una lista que Rajoy no quiere que gane es la nuestra. Estas elecciones van de si Rajoy gana o pierde, de si el tripartito del 155 gana o pierde, de si los ciudadanos aceptan la receta ilícita e ilegal del 155", aseguró Puigdemont, que no se ahorró ataques contra un Estado "autoritario, que niega derechos civiles y recorta democracia". Dijo también que "es una proeza y un deporte de riesgo aplicar lo que los ciudadanos piden. Estamos perseguidos por la justicia española por haber aplicado el programa electoral. El Estado español es un sistema en el que aquello que te puede llevar a presidir un gobierno también te pueden llevar a la prisión".
"Zarpas untadas de autoritarismo"
"Le debemos decir al Estado y a Europa –continuó el huido– que en Cataluña, la democracia no se toca, no se recorta, no se encarcela, no se exilia y no se le pega con porras de la policía; en Cataluña, nunca más". Además, retó al Gobierno, al PSOE y a la Unión Europea a contestar una pregunta: "¿Aceptarán o no el resultado de las urnas? ¿Si pierden, se comprometen a derogar o no el artículo 155?". En un tono inflamado e imitando a Gabriel Rufián, instó al "tripartito del 155" a sacar sus "zarpas untadas de autoritarismo de Cataluña". "Afectan a nuestra convivencia, nuestra economía y nuestro progreso", aseguró.
Las críticas a Europa fueron el colofón del agreste discurso de Puigdemont. Reprochó a la Unión Europea haber dado carta blanca a Rajoy y dijo: "Lo primero que debe hacer Europa es no permitir que en su casa se violen derechos civiles como se está haciendo en Cataluña".
Tras el mitin, los presentes se han reunido de manera privada para que Puigdemont les informe de las líneas maestras de la campaña, en la que se ha confirmado definitivamente que el PDeCAT no tendrá ningún papel.