El Mundo dice que "sólo Sánchez cree que se pueda reformar ahora la Constitución". Francisco Rosell cree que "no es momento". "Tanto el independentismo como el populismo actúan como dos elementos que trabajan para disolver no sólo la arquitectura legal e institucional que ha permito el más profundo y prolongado periodo de estabilidad y bienestar de nuestra historia reciente, sino a la nación misma. En estas circunstancias, resultaría estéril iniciar un debate para la reforma". Mejor hacer caso a la sabiduría popular y en tiempos de tribulación no hacer mudanza. Sobre las andanzas de Puchi, dice que "está preparado para no volver nunca". Bueno, pues molt bé, pues adiós, que diría Trapero. A Raúl del Pozo le ha susurrado González Pons que Europa está hasta el gorro de Puchi. El tema catalán en Europa a "se va apagando". "Cataluña ha dejado de ser una gran preocupación. El asunto empieza aburrir". Pues sí que se aburren pronto los europeos, aquí llevamos aguantando la tabarra desde hace cinco años. "Puigdemont ha vivido sus semanas de gloria y está a punto de convertirse en un pelmazo". Y eso que sólo tienen desplazado en Bruselas a un reducido grupo de chalados, el grueso del manicomio está repartido entre Barcelona y Madrid.
El País está tristón. "La división y la pasividad bloquean la reforma". Oh. A Puchi no le da ni un minititular en portada, ni una llamadita. No hay mejor desprecio que no hacer aprecio. Sí le dedica el editorial. Para decir que "vuelvan en buena hora los encausados. Afronten sus responsabilidades. Defiendan su causa sin espectáculo. Y no abandonen a quienes, de buena fe confiaron -equivocadamente- en ellos". ¿Sin espectáculo? ¿Qué tontería es esa?, le diría Puchi a El País. Un par de columnas hablan de la reforma de la Constitución, obsesión de Prisa. Un diputado del PP, que dice que "hay que abordar cambios sin miedo" y Josep Ramoneda, que dice que "hay que adaptar la Constitución a la realidad". Pues chicos, no es por daros el día, pero clamor, lo que es clamor por la reforma de la Constitución no se aprecia en la calle. Vas en el metro y nadie dice "a ver si reformamos la Constitución de una vez, joroba"; vas por la calle y ninguna conversación de esas que se cruzan versa sobre la reforma de la Constitución; vas al bar y ni dios grita "hay que reformar la Constitución de una puñetera vez".
ABC opta por "reformarla, no liquidarla". "La Constitución goza de muy buena salud , siempre que se aplique lealmente, y si hay que refomarla, que no sea para apaciguar a los insaciables nacionalistas, sino para hacer más fuerte al Estado y a la idea de Nación". Ignacio Camacho cuenta cómo se la ha dado Rajoy con queso a Sánchez. "Sánchez pidió a Rajoy la reforma constitucional a cambio del 155 y el presidente se la dio como quien da un juguete a un niño". Vamos, que le ha engañado como engañó a Rivera con las condiciones para la investidura. Habrá que andarse con cuidado a la hora de hacer pactos con el presidente, si se comporta siempre como un tahúr.
La Razón es el único que le regala la portada a Puchi. "Puigdemont debe volver antes del 5 de febrero si aspira a presidente". Dice Marhuenda que ayer Puchi "desparramó toda clase de improperios e infundios" contra España, siguiendo su costumbre. Pero "no regresará sin las garantías" de que no pisará el trullo como sus compinches. "Desconocemos si Puigdemont y los otros prófugos se creen sus bravatas o si, como siempre, esgrimen la mentira como un instrumento político y de campaña". O una mezcla de ambas cosas. Entre lo locos que están y el odio que tienen son un peligro andante. Si vuelve "tendrá que responder ante los tribunales por delitos gravísimos castigados con penas severas", que no se haga cocos con indultos o privilegios.
La Vanguardia me deja de piedra. "Cambó regresa al Congreso", titula la información que firma Enric Juliana desde Madrid. "Rajoy pone sus líneas rojas a una futura reforma de la Constitución", dice la información que firma Carmen del Riego desde Madrid. "Manifestación en Barcelona por la Constitución", dice la información firmada por Redacción. ¿No tienen periodistas en Barcelona para cubrir la información? ¿No es la Ciudad Condal donde se edita el periódico? ¿Es que ha trasladado La Vanguardia su sede a Madrid? Qué intriga.