La Audiencia Nacional ha absuelto al terrorista de ETA Juan Antonio Olarra Guridi Jokin, del asesinato del policía Juan Manuel Helices en1992 en Irún (Guipúzcoa), ya que considera que no ha quedado acreditada su participación en los hechos.
En su sentencia, los magistrados de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal explican que ni de las diligencias practicadas a lo largo de la instrucción de la causa ni de los informes periciales incorporados a la misma "se desprende la existencia de algún dato objetivo" que permita corrobar las declaraciones prestadas por el también integrante del grupo Donosti de ETA, Luis Gorriti, que fue quien lo inculpó en lo ocurrido.
Durante la vista oral celebrada el pasado 20 de noviembre, Gorriti declaró como testigo que no recordaba muy bien el asesinato de Helices ya que había pasado mucho tiempo aunque sí reconoció que "algo les había contado" el acusado sobre lo ocurrido y que le acogió en su casa por aquellas fechas ya que acudió a esconder armas.
Los magistrados precisan "que no se discuten" los hechos ocurridos la noche del 23 de abril de 1992 cuando dos miembros del grupo Donosti de ETA atacaron al agente causándole la muerte cuando les sorprendió con armas encima. El fiscal atribuyó lo ocurrido en su escrito de acusación al Olarra Guridi Jokin, y al ya fallecido José María Igerategui.
Disparo en la cabeza
Según su relato, ambos iban armados con una pistola y un subfusil imitación de la marca UZI que se hallaban en perfecto estado de conservación y para cuya tenencia carecían de los correspondientes permisos. Al levantar sospechas acerca de su actitud, Helices se acercó a ellos y "sin darle tiempo a reaccionar y de manera inopinada" le dispararon una vez con la pistola en la cabeza provocándole la muerte.
Por estos hechos el Ministerio Fiscal pedía 42 años de prisión por los delitos de atentado terrorista y tenencia ilícita de armas años de cárcel para este exjefe de ETA y una indemnización de 1.000.000 de euros para los hijos de la víctima.
Sobre este exjefe militar de ETA, que se negó a declarar durante el juicio, pesa una condena de 30 años de cárcel por ordenar a los miembros del grupo Andalucía de ETA Harriet Iragi y Jon Igor Solana el asesinato del fiscal jefe de Andalucía Luis Portero, cometido el 9 de octubre de 2000 en Granada, y otra de 34 años de cárcel dos años después por el asesinato en el año 2000 del coronel médico del Ejército del Aire Antonio Muñoz Cariñanos en Sevilla.