Los partidos políticos no se caracterizan por albergar en su seno a verdaderos intelectuales, plenos de erudición y casi siempre, profundamente críticos e independientes. En el caso del PP de Málaga, ha habido dos excepciones próximas y llamativas. Una, en cuestiones técnicas, la de su actual alcalde, Francisco de la Torre Prados, licenciado en Sociología, doctor ingeniero Agrónomo, (Madrid, 1965) y especialista en Desarrollo Regional por la Universidad de Rennes, 1967. Otra, en literatura, la del lamentablemente fallecido este lunes Antonio Garrido Moragas.
El pasado día 12 sufrió un derrame cerebral en la ciudad de Málaga, de la que había sido concejal de Cultura en la época de la alcaldesa Celia Villalobos en calidad de independiente y comenzó a ser y siguió siendo el referente cultural del PP malagueño durante todos estos años, logrando, junto con el actual alcalde, la emergencia cultura y estética de una ciudad que ha despegado notablemente en los últimos años.
Para precisar, digamos que fue concejal hasta la llegada a la alcaldía de Francisco de la Torre porque fue nombrado director del Instituto Cervantes en Nueva York. Bajo su batuta, Málaga logró dar a luz el Festival de Cine Español, el Museo Municipal, el desarrollo de la Casa Natal de Picasso, la mejora de la programación del Teatro Cervantes y el impulso del Centro de Arte Contemporáneo.
Aunque comenzó como maestro de escuela en Canillas de Aceituno, fue Doctor en Filología Hispánica de la Universidad de Sevilla y posteriormente de la de Málaga. Fue premio extraordinario de licenciatura y profesor visitante en Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia y Puerto Rico. Asimismo, ha sido director de los Cursos Internacionales de la Universidad de Málaga.
Por decir lo que nunca decía, digamos que fue miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga, Académico Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, Académico de Número de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y fue asimismo Académico Correspondiente de la Real Academia Española.
A pesar de los riesgos que corría internos y externos, Antonio Garrido fue colaborador de la humilde revista digital Por Andalucía Libre, en cuyas páginas se fue desgranando toda la estructura e hilos de la tela de araña andaluza tejida por el PSOE desde 1982 donde estuvo el tiempo que le permitieron sus ocupaciones.
Lamentablemente, fue utilizado por el PP andaluz como agitador de reuniones, congresos y encuentros, papel que cumplía con una gran perfección debido a la potencia de su discurso, coherente, claro, divertido y culturalmente más que ameno.
No tuvo tanto éxito como cuando apoyó públicamente desde su posición en el PP andaluz iniciativas como la de homenajear al Ángel Rojo, Melchor Rodríguez, el anarquista sevillano de la CNT que, en calidad de director general de Prisiones, logró salvar la vida a miles de detenidos de la derecha española que esperaban el destino de purgas como la de Paracuellos.
Es más, atendió la solicitud de realizar una película sobre la vida del famoso anarquista, solicitud que llegó a la presidencia del PP andaluz y que jamás fue considerada a pesar de que Rodríguez salvó la vida de numerosas personas de importantes familias, como los Luca de Tena.
Antonio Garrido había publicado trabajos sobre Cernuda, Aleixandre, Prados, Altolaguirre, Rafael Pérez Estrada, González Anaya, Pablo García Baena, Manuel Alcántara, Salinas, Romero Murube, Juvenal Soto, Eduardo Mendoza, Francisco Ruiz Noguera, Valle Inclán, Juan Ramón Jiménez, Rilke, etc.
Entre sus títulos se pueden destacar: Teoría y práctica de la crítica literaria, Periodismo y crítica literaria, Análisis de un mitema, Antología de la obra de Rafael Pérez Estrada, El hermoso corsario sobre la poesía de Juvenal Soto, Manuel Altolaguirre, Estructura del PFG, Literatura andaluza en la Enciclopedia electrónica de Andalucía de la EXPO-92, Revisión de la teoría mimética picasiana, coautor de Antología de la poesía española, autor de las antologías El hilo de la fábula, De lo imposible a lo verdadero, Análisis léxico del PFG, Semana Santa de Málaga, etc. Perteneció al grupo de investigación G0159 de la Universidad de Málaga.
Antonio, que deja dos hijas Laura y Mencía, estaba casado con Sonia Hurtado Balbuena, gran experta en literatura, ha escrito el mejor estudio y la mejor recopilación de la obra de Rafael de León, el gran poeta popular andaluz. De hecho, Sonia defiende insistentemente la excelsa calidad poética de su autor, que habría prosperado más de haber sido fusilado por los nacionales porque fue ninguneado por derechas (por su condición homosexual y liberal) e izquierdas (por ser de derechas).
En el año 2005, cuando comenzábamos el trabajo de desvelar "la tela de araña andaluza" escribí a Antonio Garrido: "Tenemos que pararnos a pensar qué es la democracia, qué es España, qué es Occidente y qué significa estar vivo en medio de todo ese tráfago de percepciones, ilusiones y concepciones. Yo creo que el PP en Andalucía no tiene "talla" para afrontar esa papeleta, ni siquiera la tiene para afrontar la más nimia, la del entusiasmo del cambio, aunque sea el sillón lo que se busque. Fíjate el encanto que suscita "Ciudadanos de Cataluña", con Boadella, Espada y Carreras y el escaso encanto que origina la alternancia. Algo falla y algo gordo: no hay un horizonte de emociones, de mejora, de fantasía ética
regeneradora".
A esta premonición respondió el bueno de Antonio: "Tú proyecto, que, permíteme, sienta como nuestro, es clave en el contexto que nos toca vivir y, además, único, pese a tantos años en los que algunos hemos predicado la necesidad de hacer algo parecido y no lo hemos hecho; por eso, tienes mi mayor respeto y colaboración en lo que pueda servir. Un abrazo. Antonio".