Los restos mortales del capitán de fragata Javier Montojo Salazar, que falleció el pasado sábado tras caer por la borda del buque oceanográfico A-33 Hespérides de la Armada, ya se encuentran camino de España. Así lo han confirmado fuentes del Ministerio de Defensa, que han explicado de que será trasladado desde la localidad de Usuahia (Argentina) a bordo de un Airbus 310 del Ejército del Aire, que ha llegado a primera hora de la mañana al aeródromo argentino.
Las mismas fuentes han indicado que, según las previsiones, la aeronave española llegará a las base naval de Rota (Cádiz) sobre las 16:00 horas de mañana martes, tras recorrer 12.400 kilómetros en 16 horas de vuelo. El cuerpo será trasladado desde allí hasta el Anatómico Forense, donde se procederá a realizar la autopsia que dará a conocer las causas del fallecimiento. Todavía no se sabe nada sobre el funeral, pues depende de la decisión de la familia.
Montojo formaba parte desde el pasado mes de diciembre del grupo de trece militares españoles que se encuentran desplegados en la Antártida, la misión exterior más antigua de las Fuerzas Armadas, donde permanecerán durante cuatro meses desarrollando diferentes proyectos de investigación científica tanto civil como militar.
Exactamente, su cometido en la misión era la de comandar una investigación referente al proyecto Galileo, perteneciente tanto a la Unión Europea como a la Agencia Espacial Europea, con el objetivo de crear un nuevo sistema de navegación por GPS para que Europa sea autosuficiente y deje de depender del sistema de navegación de Estados Unidos.
Nacido en Ferrol (La Coruña) hace 53 años, el capitán de fragata fallecido estaba casado y tiene una hija de 15 años. Destinado en la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, había sido jefe de la sección de Astronomía del Real Observatorio de la Armada, donde dirigió un proyecto europeo para controlar las órbitas de la basura espacial y minimizar sus efectos en los satélites que giran alrededor de la Tierra.