Los nervios a flor de piel. Así está el PSOE, entre incómodo y molesto, con el debate que el jueves tendrá lugar en el Congreso de los Diputados sobre la derogación de la prisión permanente revisable. Una proposición de Ley del PNV cuyo debate se desbloqueó la semana pasada en el órgano rector de la cámara baja y que se debatirá este jueves en pleno. Un momento político no idóneo para el PSOE que pide "no legislar en caliente" pero que también ha atendido a la reclamación del padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, de "no derogar en caliente".
Un debate que no les beneficia y por el que este martes han aflorado las críticas en el seno de la reunión del grupo socialista. Aprovechando la presencia del secretario general, Pedro Sánchez, en la reunión del GPSOE algunos diputados socialistas han reprochado cara a cara al líder de su partido que no hayan podido evitar que este jueves se celebre el debate de la prisión permanente revisable que, a juicio de todos, perjudica claramente su postulado de que la medida es inconstitucional porque va contra el artículo 25 de la Constitución Española y el principio de reinserción de los presos.
El más contundente ha sido el diputado por Toledo, José Miguel Camacho, quien ha denunciado la "falta de habilidad parlamentaria" del PSOE al no lograr que decaiga este punto del orden del día el próximo jueves. Algo a lo que ha respondido la aludida portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, defendiendo el reglamento y la imposibilidad de los socialistas ante el normal trámite parlamentario.
Sin embargo, las críticas más sutiles de otros diputados, según fuentes socialistas, vuelven a proyectar la habitual división de los bandos: susanistas vs. pedristas. No en vano, las voces de mayor peso que se escucharon a puerta cerrada en la sala constitucional del Congreso fueron la de Camacho, diputado por Toledo y afín al susanista Emiliano garcía-page; la de Ángeles Álvarez, una de las voces feministas de mayor prestigio en el PSOE, afín a Susana Díaz y a Elena Valenciano, purgada recientemente en la dirección del grupo socialista en Bruselas; y la del diputado andaluz por Huelva, José Juan Díaz Trillo.
Las críticas se producen después de que la misma portavoz del PSOE haya reconocido abiertamente su voluntad de que se retire este punto del orden del día. Así se lo hizo saber al padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, según ha desvelado ella misma en su última reunión el pasado 7 de marzo. "Nosotros les hicimos esa propuesta porque ellos nos dijeron que se iban a ver con Ciudadanos y les dijimos ‘que se retire del orden del día, que se retire’.Y creo, no lo sé, eso lo tendrán que decir ellos, que esa propuesta del orden del día se le hizo a Ciudadanos", ha manifestado en una entrevista a Antena 3.
Una propuesta que no se ha hecho formalmente en el órgano parlamentario pertinente, la mesa del Congreso, porque "ahora queremos que cada uno se retrate, en su oportunismo y electoralismo", ha dicho la portavoz posteriormente en rueda de prensa en el Congreso. Los socialistas han cargado duramente contra las dos formaciones, PP y Ciudadanos, que han levantado su veto en la Mesa a debatir y calificar las iniciativas semanales y les han reprochado su "frivolidad" y que "no todo vale".
Es más, Robles dijo claramente que Ciudadanos y PP levantaron el veto a la proposición de Ley del PNV por buscar un rédito electoral porque "todavía no se conocía el fallecimiento de Gabriel Cruz, que ya había desaparecido" pero sí se había encontrado el cadáver de la la joven Diana Quer.
La indignación de la portavoz es aún mayor toda vez que había recibido el compromiso del portavoz del PP, Rafael Hernando, de no debatir este asunto en el pleno hasta que no resolviera el recurso del PSOE al Tribunal Constitucional. Un compromiso que asumieron tanto Hernando como su número dos, José Antonio Bermúdez de Castro, en una reunión con Robles en el despacho de Hernando hace cerca de dos meses, según fuentes socialistas.
De hecho, el propio Hernando ha confirmado en cierto modo este extremo al ser preguntado por Libertad Digital en rueda de prensa en el Congreso. "Yo lo que dije es que lo lógico sería que no hubiese pronunciamiento en contra hasta que no hubiera pronunciamiento del TC. Es más: yo estoy dispuesto a retrasar el procedimiento cuantas veces fuera necesario".