Un grupo de piratas ataca el barco pesquero Giavi a unos kilómetros de la costa. La tripulación consigue ponerse a salvo en una "habitación del pánico". Desde allí, contactan a través de la radio con la misión de la Unión Europea que lucha contra la piratería y les informan de que son ahora los piratas quienes controlan el buque. Empieza a gestarse una operación de rescate casi de forma inmediata.
Un equipo de la Fuerza Naval de Guerra Especial (FNGE), la unidad de élite de operaciones especiales de la Armada, se dirige hacia el pesquero secuestrado a bordo de dos lanchas y un helicóptero. Una fragata y otros dos helicópteros son los encargados de realizar las labores de apoyo y cobertura. La incursión es rápida y exitosa y los militares españoles consiguen tomar el control del barco y liberar a los marineros.
Así concluye el primer evento de la jornada de Milex 18, que se está celebrando estos días en Cádiz, en la base naval de Rota, y en la que se están recreando diversos escenarios que se dan en el día a día en el continente vecino. Los conflictos del corazón de África se reproducen por un día en las costas del sur de España y los militares españoles se enfrentan a ellos como lo han hecho ellos mismos o sus compañeros en agua de Somalia.
Aterrizaje vertical de un caza Harrier sobre la cubierta del BPE Juan Carlos I. #Milex18 pic.twitter.com/P0c1u1oeh5
— Javier Arias-Borque (@ariasborque) April 23, 2018
Poco después, un helicóptero en servicio de salvamento se ve obligado a realizar un aterrizaje de emergencia. Los dos pilotos sobreviven y se refugian en una vieja casa. No parece haber enemigos o grupos terroristas en los alrededores, pero nunca se sabe con certeza. Consiguen contactar con sus compañeros e indicarles dónde se encuentran. Comienza el segundo operativo de rescate de la jornada.
Militares españoles se introducen en un Chinook del @EjercitoTierra en la cubierta del BPE Juan Carlos I de la @Armada_esp. #Milex18 pic.twitter.com/hXYZjj3tqA
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Varios medios aéreos acuden a la zona para obtener información de primera mano. Son un RPAS (avión remotamente tripulado) Scan Eagle, un avión de vigilancia marítima P3 Orión y un caza de despegue vertical Harrier AV-8B. Abren el camino para que un equipo de Infantería de Marina, a bordo de dos helicópteros de transporte, y escoltados a su vez por dos helicópteros de ataque Tigre, puedan extraer de la zona a los dos pilotos, poniéndolos a salvo.
Despegue vertical de un caza Harrier de la @Armada_esp desde la cubierta del BPE Juan Carlos I. #Milex18 pic.twitter.com/G1LXTfK87H
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Tras esto, una exhibición de medios aéreos. Surcan los cielos un avión P3 Orión y un CN-295 del Ejército del Aire. Les siguen a continuación dos helicópteros CH-47 Chinook, dos helicópteros Cougar y dos helicópteros de ataque Tigre del Ejército de Tierra. Concluye con el paso de un helicóptero AB-212, un helicóptero SH-60B, un helicóptero SH-3D y dos cazas de despegue vertical Harrier AV-8B de la Armada.
Rota busca ser OHQ de la UE
El objetivo de las Fuerzas Armadas españolas con este ejercicio militar no es sólo mantener el adiestramiento de sus unidades, sino también certificar la base naval de Rota (Cádiz) para que pueda convertirse en el Cuartel General Operacional (OHQ) de la Unión Europea para la misión Atalanta, que lucha contra la piratería en el Océano Índico desde el año 2008 y que ha conseguido apaciguar la amenaza en la zona.
En la actualidad, este cuartel general se encuentra en la localidad británica de Northwood, pero la salida programa del Reino Unido de la Unión Europea está haciendo que el organismo supranacional esté buscando una nueva ubicación. España ha presentado su candidatura y no va a escatimar esfuerzos. No en vano, está previsto que se realicen diversas obras en la instalación, para lo que se cuenta con una partida presupuestario de 1,5 millones de euros.
La candidatura española, que cuenta con múltiples apoyos en la UE, como el de Francia, tiene como oponente claro a la candidatura italiana, un país que ya es sede del OHQ de la Operación Sophia, que lucha contra las mafias de la inmigración en el Mar Mediterráneo. España tiene un gran punto a su favor, es el único país con militares desplegados de manera permanente en la zona, a través de un destacamento aéreo, mientras que el resto de países están en rotación.