El exconsejero de Sanidad, Toni Comín, ya demostró no estar dispuesto a renunciar bajo ningún concepto a su acta de diputado, de modo que finalmente en ERC han decidido aceptar la petición del fugado en Bruselas de delegar su voto. Se basan en el precedente de Carles Puigdemont, ya que la mesa del Parlament aprobó que Elsa Artadi pudiera votar en su nombre en las sesiones plenarias sin que ello motivara recurso alguno por parte del Gobierno.
La mesa, que se reúne este martes, aprobará el voto delegado y Sergi Sabrià, portavoz del partido republicano en la cámara, será el depositario de Comín, que podría votar ya en el pleno del próximo miércoles. Con esta operación, Junts per Catalunya y ERC se garantizan 66 votos, suficientes para investir un presidente en segunda vuelta sin el concurso de la CUP, que tendría que votar en contra si pretende paralizar cualquier nombramiento que no sea el de su candidato desde el principio, Carles Puigdemont.
Comín, que no ha logrado ocupación en ninguna universidad belga (en Barcelona tiene una plaza en excedencia en la escuela de negocios Esade), se negó en redondo a seguir el ejemplo de otros fugados como Lluís Puig, Clara Ponsatí y Meritxell Serret, que renunciaron a sus escaños para facilitar la mayoría separatista. Ahora se ampara en el precedente de Puigdemont, que ya ha votado en dos plenos, y alega que está en la misma situación que el expresidente, a la espera de que un tribunal, en su caso belga, decida sobre la extradición.
Ciudadanos y el PP se opusieron a la maniobra de la mesa con Puigdemont, pero su recurso fue rechazado por la mayoría separatista del órgano de ordenación de la cámara. Previsiblemente ocurrirá lo mismo con Comín.
Respecto al pleno previsto para este miércoles, está prevista la aprobación del decreto ley para que los funcionarios recuperen una parte de la paga extraordinaria de diciembre de 2012, así como del informe sobre el cumplimiento del presupuesto de gastos de la propia institución. La próxima sesión de investidura aún no tiene fecha.