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Los amigos de Puigdemont insisten en Puigdemont a la espera de Schleswig-Holstein

Cumbre nacionalista en Berlín: el grupo del expresidente fugado propone una sesión de investidura para el 14 de mayo con el candidato del plan A.

Cumbre nacionalista en Berlín: el grupo del expresidente fugado propone una sesión de investidura para el 14 de mayo con el candidato del plan A.
Puigdemont y Artadi este sábado en Berlín | EFE

Puigdemont estira la goma. Quedan dos semanas y dos días hasta el 22 de mayo, fecha límite para investir un presidente de la Generalidad. Una eternidad para el fugado, que pretende apurar la copa y agotar los plazos aferrado a la notoriedad internacional de su caso y a la espera de la decisión del tribunal del Schleswig-Holstein sobre su extradición. El expresidente y su entorno no quieren dar nada por sentado antes de que se aclare la situación judicial. Confían en una resolución favorable del juzgado alemán, lo que convertiría el "tema proceso" en un escenario aún más infernal para el Estado.

De momento, el plan político de Puigdemont va según lo previsto. El Parlament ha aprobado los cambios en la ley de presidencia de la Generalidad para una investidura telemática a pesar de los dictámenes jurídicos en contra. El Gobierno ha solicitado el parecer del Consejo de Estado, paso previo para el recurso y suspensión cautelar en el Tribunal Constitucional. Esa vía es impracticable pero el separatismo no renuncia a exprimirla.

Uno de los diputados portavoces de Puigdemont, el exdirector de la radio del conde de Godó, Eduard Pujol, ha sido el encargado de dar el parte de la tenida en Berlín del grupo parlamentario de Puigdemont. Todavía falta mucho para el 22 de mayo, dos semanas para celebrar dos o tres plenos. Junts per Catalunya (JxCat) propone el primero para el 14 de mayo, lunes.

Una sesión instrumental para subrayar que el Tribunal Constitucional está por encima del parlamento catalán e impide que un fugitivo pueda ser nombrado presidente de Cataluña. Si la sesión se frustra, aún quedarían ocho días para rectificar el rumbo de colisión.

La consulta en la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha revalidado la vía maximalista. Un ochenta por ciento está por investir a Puigdemont, pero si no es posible, un sesenta está por una investidura alternativa. La repetición de las elecciones no llega al cuarenta por ciento en un sondeo en el que han votado unos diez mil socios de a organización, ni un tercio del supuesto número de socios. Y subrayan que ha sido la "consulta" con más participación en los seis años de historia del entramado.

Artadi, sí y no

El sainete continúa, movimientos de carril en el tablero político. El preso Jordi Sànchez no ha retirado aún su candidatura. Eduard Pujol especula con el nombre. Se da por sentado que Artadi se ha descabalgado de la misma forma que se dio por sentado que sería la primera presidenta de la Generalidad. Vísperas de mucho, días de nada. La reunión definitiva en Berlín se ha quedado en un encuentro de trabajo para definir el calendario y teorizar sobre el alcance republicano de un gobierno autonómico. De entrada, Puigdemont y Artadi mantuvieron un "enigmático" aparte en medio de los trascendidos sobre la renuncia de ella a ser títere de él. Según Pujol, en el cónclave no se ha hablado de más apellidos que el de Puigdemont. No niega que se ponderen otras alternativas. El preso Sànchez, dice por ejemplo. Y añade que si hay que repetir las elecciones no será por culpa de JxCat.

Si hay investidura será sobre la campana, pero en una versión aún más radical que en el arranque de la pasada legislatura, cuando la CUP se cargó a Artur Mas. Para hacer boca, Pujol propone una comisión de investigación sobre el 155 una vez que los grupos separatistas hayan vetado otra sobre los seguimientos y espionaje de agentes de los Mossos contra particulares, periodistas y políticos no nacionalistas. Presión sobre ERC y el presidente de ERC, Roger Torrent, de quien depende montar un pleno el 14 de mayo para seguir riéndose del Estado.

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