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Sosa Wagner: "Orbán es odiado mientras Puigdemont suscita aplausos; ¿se han vuelto locos los alemanes?"

El exeurodiputado, Ángel Acebes y Eduardo Fungairiño protagonizaron el último acto de las fundaciones Villacisneros y Valores y Sociedad.

El exeurodiputado, Ángel Acebes y Eduardo Fungairiño protagonizaron el último acto de las fundaciones Villacisneros y Valores y Sociedad.
Sosa Wagner, Acebes y Fungairiño | Twitter: @FVillacisneros

El exeurodiputado Francisco Sosa Wagner, el exministro Ángel Acebes y el fiscal de sala del Tribunal Supremo Eduardo Fungairiño protagonizaron este lunes la quinta sesión del ciclo organizado por las fundaciones Villacisneros y Valores y Sociedad El necesario fortalecimiento de España, titulada "La necesidad de un espacio de confianza europeo", que versó sobre la euroorden y sobre las extradiciones, y al que acudió el titular de la cartera de Justicia en el Ejecutivo, Rafael Catalá, recibido por los organizadores con honores de ministro.

Al acto acudieron, entre otros, Ana Botella, Carlos Urquijo –muy efusivo fue su saludo con Catalá–, David Bauzá, Esperanza Aguirre, Hermann Tertsch e Isabel San Sebastián. El Auditorio de la Mutua Madrileña se llenó de gente que comentaba cosas del estilo "fíjate Zapatero, la que está liando en Venezuela", "Rajoy es un rajao" o "yo no me termino de creer a Rivera: más vale lo malo conocido".

El primero en intervenir fue Acebes, quien comenzó su relato en el Acuerdo de Schengen, lo continuó por el Tratado de Ámsterdam y se centró en la "orden europea de detención y entrega", un producto made in Spain sustentado en el siguiente "principio": que "un juez no volviera a juzgar lo que el juez de otro país ya ha juzgado". El exministro prosiguió con su explicación histórica, técnica y exhaustiva –en todos los sentidos del concepto- y, finalmente, se refirió a lo que está ocurriendo con el expresidente de la Generalidad Carles Puigdemont: "Lo que está pasando con la euroorden es muy grave: alienta el populismo y pone en peligro el futuro de la UE. (...) Si la UE no reacciona y tolera esta marcha atrás, si no se toman cartas en el asunto, a corto plazo, luego, que no se quejen".

Palo similar, aunque desde una perspectiva más jurídica, tocó Fungairiño, quien dijo que "los valores sustantivos o procesales son comunes" en toda Europa debido a su carácter de "civilización occidental y cristiana", en la que prima el "respeto a la vida humana". El fiscal explicó las complicaciones que surgían al solicitar extradiciones y alabó la euroorden, con la que "se ha conseguido muchísimo". "En España ha funcionado muy bien, tiene una fluidez extraordinaria", agregó.

"¿Se han vuelto locos los alemanes?"

Por su parte, Sosa Wagner brindó un enfoque más actual –y digerible– en su intervención y criticó a los jueces del land Schleswig-Holstein, quienes "no han debido estudiar bien el asunto que se les ha puesto en la mesa" y que, presumiblemente, están "contaminados por la prensa alemana".

El exeurodiputado contó cómo su hijo mayor, que vive en Alemania, le habla no ya de los titulares, sino de "modestas cartas al director" que "respiran por la herida del nacionalismo". El jurista relató cómo los alemanes odian al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, mientras Puigdemont "recibe aplausos" o suscita "entendimiento". "Viktor Orbán, no; el presidente de la comunidad autónoma de Cataluña, sí. ¿Es que se han vuelto locos los alemanes?", añadió.

Además, Sosa Wagner dijo que el golpe dado por Puigdemont en España, "en Alemania, sería un delito tremendo", una "alta traición al Estado, a los valores básicos de la Constitución Alemana". Y lanzó otra pregunta: "Los jueces de Schleswig-Holstein, ¿no reconocen esto?".

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