En el sumario que se instruye en Sevilla bajo la batuta de la juez Núñez Bolaños por presuntos contratos irregulares y en la práctica, el servicio de empleo de los afiliados y amigos del PSOE, aparecen nuevos datos recabados por la UCO. En los 4 años que dirigió la Fundación Andaluza del Fondo de Formación para el Empleo (FAFFE), Fernando Villén, el titular de la ya famosa tarjeta sex-black a la que se cargaron gastos en un club de alterne, se han gastado más de 3 millones de euros en actividades no relacionadas claramente con el empleo.
En esos años, la fundación dirigida por Villén admitió fiscalmente que había gastado 1.798.000 euros en agencias de viajes, alguna de cuyas facturas concretas ascendía a 370.000 euros. Además de estos gastos, la fundación gastó casi 64.000 en hoteles. En un hotel de Bailén, la entidad gastó 20.000 euros en 2010. Súmese a estos gastos otro de 1,2 millones pagados a empresas de transporte, sobre todo autobuses, y se obtienen los más de 3 millones gastados sospechosamente.
El Mundo da cuenta de que el PP ha encontrado, en su examen de los atestados de la UCO, con gastos efectuados en un club de golf La Cañada en la Costa del Sol, zona de Sotogrande, por importe de 12.645 euros entre 2008 y 2011, cantidad que sube hasta los 20.000 euros incluyendo el año 2009.
También gastó dinero destinado inicialmente al empleo de los parados en otro club de lujo, el Club de Campo de Granada. En esta ocasión fueron 4.230 euros los gastados en 2009, según los datos reflejados por Hacienda.
Si se añade a todo lo anterior los gastos realizados por el director del ente, Fernando Villén, desde su tarjeta black de la Fundación en alojamientos, restaurantes, talleres y el ya bien conocido club de alterne Don Angelo, se obtiene una perspectiva general de la insólita dinámica de la gestión de una entidad que debía destinar sus fondos a procurar formación a los parados andaluces.
Si a ello se une la evidencia de que la Fundación operaba como un "sistema paralelo" a los servicios de empleo propios de la Consejería donde trabajaban los empleados públicos, se explica cómo desde ella se eludían las normas legales de contratación y todo control que no fuera el político.
Consecuencia de este sistema de funcionamiento fue el privilegio obtenido por empresas "amigas". De hecho, contó La Razón cómo la empresa sevillana Porvenir 10 Comunicación Visual y Multimedia SL, cuyos servicios, según declaró una testigo, "fueron impuestos desde la consejería" para llevar la gestión de la celebración» del XXV Aniversario del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) que se celebró en la capital hispalense en junio de 2008.
La segunda consecuencia fue la conversión de la Fundación en una máquina de enchufar a quienes el PSOE consideraba necesario, amigos, familiares y afiliados socialistas, sobre todo, como hay hemos detallado en anteriores informaciones. Hasta 200 casos han anotado los investigadores de la UCO.
Aunque el PP pide explicaciones a Susana Díaz y subraya a la Fundación como ejemplo de "la falta de respeto del PSOE-A a la Justicia, a las instituciones y a los andaluces" en ese "nido de enchufes de amiguetes del PSOE". Por ejemplo, ha subrayado que mientras el PSOE negó que hubiera tarjetas, ya se han descubierto cuatro.
Sin embargo, en el PSOE andaluz existe la esperanza de que el desgaste continuo de Pedro Sánchez, la victoria del PSOE andaluz en las próximas elecciones, aunque no sea por mayoría absoluta si bien asegurando el apoyo de Ciudadanos, el único partido que crecerá, las oportunidades de Susana Díaz en el panorama nacional volverán a ser firmes.