La moción de censura se debatirá este jueves 31 de mayo y se votará el viernes 1 de junio, tal y como adelantó este diario. Una decisión exclusiva de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que coincidió con los intereses de Mariano Rajoy. El presidente, que canceló su agenda pública y se resiste a dimitir, quería un debate lo antes posible para "acortar la legislatura", pero también para que el PNV se sitúe de su lado toda vez los Presupuestos no están definitivamente aprobados.
La confirmación llegó a las 12:25 horas de este lunes cuando el PSOE informó de que la presidenta del Congreso trasladó a Pedro Sánchez las fechas de la moción. Una jugada que sorprendió al PSOE que calificó, en contra de lo dicho previamente a este periódico, que "es una buena noticia y una buena oportunidad para acabar con el deterioro de las instituciones y mejorar la calidad democrática" pese a que no tendrán tiempo apenas de organizarse pues creían que contaban con un mes como ocurrió con la moción de Podemos el pasado año.
El artículo 177 del Reglamento del Congreso sólo establece que la votación de la moción "no podrá ser anterior al transcurso de cinco días desde la presentación de la primera en el Registro". Y esto se cumple el jueves de esta misma semana con lo que, según adelantaban las fuentes parlamentarias consultadas por este diario, legalmente el viernes ya se podría votar la iniciativa si se convocara por vía de urgencia.
A primera hora de la mañana, Moncloa confirmó que Rajoy cancelaba toda su agenda pública, lo cual disparaba todas las alarmas. La jugada del presidente es acelerar el debate por dos motivos: primero, dejar con el pie cambiado a Sánchez, sin margen de maniobra para negociar y sin apenas tiempo para prepararse siquiera el discurso de investidura porque él sería el candidato; y segundo, adelantar el debate a los Presupuestos ya que, estando nuevamente la clave en el PNV, los nacionalistas vascos no podrían apoyar la moción antes de votar de forma definitiva los Presupuestos generales del Estado el 28 de junio tras su paso por el Senado.
Dee salir adelante la moción, los PGE decaerían y con ellos los 700 millones de inversión en el País Vasco que incluyen las cuentas públicas.
Pese a la buena noticia que vendían después de la confirmación, fuentes de la dirección del PSOE calificaron previamente de "escándalo" que la presidenta Pastor decidiera adelantar esta convocatoria del debate de la moción "teniendo en cuenta que los precedentes con la moción de Podemos debatida el año pasado fueron de un mes entre la presentación en el Registro y el debate".
"Pastor está actuando de manera partidista. Más como candidata a suceder a Rajoy que como presidenta de la tercera institución del Estado", afirmaron desde la dirección de Ferraz.