En el escaño de Mariano Rajoy el bolso de la vicepresidenta. Alrededor, parlamentarios del PP destrozados anímicamente, intentando aguantar el tipo. El PNV informó al presidente tras la intervención de Pedro Sánchez que este viernes sumará sus votos a los del PSOE, y ya no volvió a aparecer por el Congreso.
Su propio equipo, cuando aún no era oficial la noticia de que saldrá adelante la moción, alertó de que el que no apareciera Rajoy por la Cámara Baja era la constatación de que todo había acabado. Se llegaron a abrir las puertas y se desplegaron los policías, pero se volvieron a cerrar.
Rajoy se fue a comer a un restaurante cercano a las Cortes. Y allí se resguardó con su núcleo duro hasta pasadas las 22:00 horas. Con él estuvo María Dolores de Cospedal y otros ministros. También Carmen Martínez Castro y José Luis Ayllón, sus escuderos. Algunos fueron y vinieron desde el Congreso, donde cundió el desánimo.
De ese restaurante, donde estuvo cerca de nueve horas, salió la noticia de que Rajoy no piensa dimitir, de que se irá de Moncloa tras fructificar la moción de censura.
Este viernes, se abrirán por última vez para Rajoy las puertas del Congreso para que pueda entrar en coche hasta el patio. Es un privilegio exclusivo del presidente del Gobierno y de la presidenta de la Cámara, Ana Pastor.