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Ada Colau viene a Madrid e insta a Pedro Sánchez "a acercar" ya a los presos golpistas a Cataluña

Según Colau, hay que hacerlo para "no maltratar cruelmente a sus familias y especialmente a los hijos pequeños que están viajando miles de kilómetros"

Según Colau, hay que hacerlo para "no maltratar cruelmente a sus familias y especialmente a los hijos pequeños que están viajando miles de kilómetros"
Ada Colau y Manuela Carmena | EFE

La alcaldesa de Barcelona ha sido la protagonista este lunes de un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum. La encargada de presentarla fue su homóloga en Madrid, Manuela Carmena. "Ada podía ser mi hija. Nos llevamos 30 años. (…) Gracias por ser como eres", introdujo la regidora madrileña.

Colau centró buena parte de su intervención en la crisis catalana con el nuevo Gobierno del PSOE como telón de fondo. "Hemos pasado un ciclo durísimo. El Partido Popular ha sido incapaz de hablar con Cataluña; ha sido incapaz de escuchar", dijo la alcaldesa de la Ciudad Condal, dejando fuera así a más de la mitad de los catalanes que no son separatistas. "Eso ha generado una sensación de maltrato, de humillación… Ha generado una situación de bloqueo, de paralización política".

Según la alcaldesa de la capital catalana, "ha habido errores por las dos partes", por eso "no se trata de buenos y malos". Pero ahora es necesario abrir una nueva etapa de "diálogo y negociación política", afirmó. Ada Colau no se quedó ahí sino que le dijo a Pedro Sánchez lo que debe hacer: "Aparte de verse y hablar, lo que es importantísimo es que el Gobierno de Pedro Sánchez muestre un cambio en la política penitenciaria. Las personas que ahora están en prisión, líderes sociales y políticos, son una anomalía que genera una gran distorsión en cualquier diálogo necesario. En ese sentido creo que, como mínimo, como dice Amnistía Internacional, en términos estrictamente humanitarios, en términos incluso también de jurisprudencia y de política europea, es necesario que el Gobierno de Pedro Sánchez ahora, en el momento de empezar el diálogo, no mire hacia otro lado y se comprometa a hacer todo lo que está en su mano para trasladar cuanto antes a esas personas que están en prisión a prisiones catalanas para, como mínimo, no maltratar cruelmente a sus familias y especialmente a los hijos pequeños que están viajando miles de kilómetros sólo para visitar a sus padres y a sus madres", afirmó sin sonrojo.

Bajo la atenta mirada de Ángel Gabilondo, el líder socialista en la Comunidad de Madrid, Colau insistió en este punto: "Ya he dicho muchas veces que estas personas deberían estar fuera de prisión y que mientras estén dentro de prisión se altera la normalidad con la que se debería hacer un diálogo democrático". La alcaldesa señaló que el acercamiento de los presos golpistas no está en manos de un juez sino del "Gobierno de Pedro Sánchez". Así, pide, como alcaldesa de Barcelona, "que ese acercamiento a prisiones catalanas" se haga "cuanto antes".

El lazo amarillo del Ayuntamiento

La alcaldesa que ha colgado un lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento de todos los barceloneses tuvo que pronunciarse sobre ello. "No tenemos ningunas ganas de tener un lazo amarillo y es algo con lo que no frivolizaría jamás. Poner un símbolo de manera permanente en la fachada del Ayuntamiento es algo que no había sucedido jamás", contestó Colau. "Desgraciadamente hemos vivido una de las etapas más duras de la democracia, con muchísimo dolor, con muchísimo sufrimiento de mucha gente de pensamientos muy distintos. Y fruto de esa situación de excepcionalidad resulta que hay unos líderes sociales, unos líderes políticos, de los que se puede discrepar pero que no han cometido actos de violencia y que se encuentren en prisión provisional es una anomalía". Así, "el lazo amarillo está para pedir que esas personas salgan en libertad, que las cuestiones políticas se resuelvan políticamente y no judicialmente".

"Hay una gente que está en prisión y que debería ser interlocutora de ese diálogo porque son electos democráticamente porque más de 2 millones de personas les han votado. Y eso en democracia no puede ser una irrelevancia, no puede ser una anécdota. Con personas que han sido elegidas democráticamente tiene que ser posible una interlocución política. Por eso hay un lazo amarillo en la fachada de nuestro Ayuntamiento". Y concluyó afirmando: "Nosotros más que nadie queremos poder quitar ese lazo amarillo".

El lazo amarillo del Consistorio contribuyó a tensionar aún más el ambiente de Barcelona. Ocurrió hace apenas unos días. La Guardia Urbana lo retiró de forma temporal ante el rechazo que produjo entre un grupo que se manifestaba por la unidad de España.

Un día después de estos hechos, el primer teniente de alcalde de la ciudad anunció que volverían a colgarlo. "Es producto de un acuerdo muy amplio de la junta de portavoces y representa un sentimiento que comparten más del 80% de los barceloneses, que es que no tiene sentido que haya personas independentistas encarceladas y lo que hace falta son soluciones políticas", dijo Gerardo Pisarello.

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