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Golazo de Iglesias a Sánchez

La prensa se llena de chistes facilones a cuenta del exministro de Cultura, fallecido políticamente al poco de nacer.

"Màxim, ministro mínimo", dice El Mundo. "Llegó, vio y dimitió", resume el editorial también muy chistosillo. En su discurso de dimisión dijo que "la inocencia no vale nada ante la jauría".¿Jauría? Pero si jauría eres tú. Dice el editorial que "llegó de forma inopinada, se le vio pronto su escasa idoneidad para el cargo y le obligó a marcharse el mismo que le había escogido como guinda mediática a un Gobierno de celebridades. La elección de Màxim Huerta como ministro ya fue una temeridad", a quién se le ocurre nombrar ministro de Cultura a un tío que dice que con el agua con la que te lavas el potorro se puede fregar el suelo, por el amor de Dios, Sánchez, en qué estabas pensando. "Debutó disculpándose. Y se marcha en tono de desafío, entre excusas y reproches de quien no aprendió lo que significa una silla en el Consejo de Ministros". Vaya pieza, Pedro, vaya pieza que nos colocaste. "Pero lo que ha terminado de sentenciar a Huerta ha sido el rasero moral que él mismo fijó a menudo en las redes sociales y que el hoy presidente del Gobierno estableció con cristalina nitidez en 2015". "Sánchez solo tenía una salida para mantenerse a la altura de su exigencia". Pues le costó entenderlo, estuvo horas y horas dando apoyo al defraudador. "Sánchez es responsable de este bochorno". Debería saber que Huerta "no superaba los estándares de ejemplaridad predicados por la feroz oposición al marianismo". Quien a hierro mata, a hierro muere, Pedro. Toma nota. John Müller habla del papel de Iglesias en el asunto. "Pablo Iglesias, que no vio que esto fuera reprochable cuando el señalado fue su colega Juan Carlos Monedero, pidió la dimisión de Huerta" echando leches. Mira que el PSOE de Madrid se arrastra como un gusano ante los podemitas del Ayuntamiento, que aguantan carros y carretas, que tiene imputados a no sé cuántos concejales y Causapié tragando. Y va Iglesias y pide la cabeza de un ministro. Se ve claro que Podemos es el machirulo en esta parejita.

El País dice que "el ministro de Cultura cae por defraudar a Hacienda". El editorial, en la línea desde que Pedro accedió a la Moncloa, le hace la rosca. Tiene tanto que hacerse perdonar. "Rapidez ejemplar". "La dimisión de Màxim Huerta como ministro de Cultura es una respuesta impecable a los principios de ejemplaridad y honradez que se ha impuesto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez". Pero si tardó horas. Según su baremo la destitución tenía que haber sido en segundos, pero estuvo toda la mañana haciéndose el Rajoy, incluso decía que las explicaciones eran "solventes". Una columna en página par me deja de piedra. "Luis Planas, titular de Agricultura, a punto de ser desimputado". ¿Tenemos a un imputado en el Consejo de Ministros? ¿Sánchez ha nombrado ministro a un imputado? Y encima por permitir robos de agua en Doñana, no te digo nada los ecologistas, un ministro de Agricultura que permite robar agua en un espacio protegido. No quiero ni oír a Ferreras hoy, ponte Al Rojo Vivo, Huerta, vas a ver lo que es una jauría en plena acción. Es broma, claro, no es del PP.

ABC dice que "Sánchez fulmina al ministro de Cultura por defraudar a Hacienda". Bieito está harto de tantas emociones seguidas. Quiere aburrirse un poco, "los países con democracias normales tienden a ser aburridos. El nuestro resulta divertido en exceso". Qué muermo eres, Rubido. El editorial no tiene piedad ni con Huerta ni con Sánchez. "La despedida fue lamentable, con un cinismo insuperable y una colección de insultos impropios de su situación y el cargo que ocupaba". Pero Sánchez "lo nombró ministro", "por eso es él el responsable". Pedro García Cuartango no está de acuerdo con Rubido, él se lo está pasando pipa. "Este país está loco, loco, loco, pero al menos está vivo. Nadie podrá decir que se aburre en estos pagos". Isabel San Sebastián destaca el "gol" de Iglesias a Sánchez. "Sánchez 4, Iglesias 1". Y no hemos hecho más que empezar. Ignacio Camacho dice que donde las dan las toman, que el monstruo lo han creado ellos. "La jauría de la que Huerta se siente víctima la han azuzado durante mucho tiempo sus flamantes colegas de Gobierno". Y de los medios, el propio Huerta incluido.

La Razón: "Sánchez fulmina a Huerta para salvar la imagen de su Gobierno". "Moncloa intentó mantenerle en el cargo pero cedió a la presión interna. 'No podemos dilapidar la gestión del Aquarius'". Debieron asustarse mucho cuando vieron que nadie hablaba del barquito y el buenazo de Sánchez. Marhuenda aplaude la "dimisión acertada" y no hace reproches a Sánchez. David del Cura cree que la cuestión es que "no se lo dijo a Pedro Sánchez". "Convivir con el relato de la pureza es uno de los ejercicios ascéticos a los que obliga la política, ese cilicio de libre disposición". La cuestión es que si accedes a la Moncloa por la puerta de atrás de míster Proper ya sabes, a apechugar, que hay mucha hemeroteca.

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