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Pedro Sánchez calla desde que llegó a La Moncloa con un ministro dimitido y otro en la diana

El plasma de Sánchez. El presidente sigue guardando silencio. Ni un comentario sobre la imputación de Planas. El ministro de Agricultura se defiende.

El plasma de Sánchez. El presidente sigue guardando silencio. Ni un comentario sobre la imputación de Planas. El ministro de Agricultura se defiende.
Sánchez en su primer consejo de ministros | EFE

El Gobierno se sumió en el más escrupuloso silencio. Pese a las críticas recientes contra el ‘plasma’ de Mariano Rajoy y sus incomparecencias ante la prensa, el actual presidente del Gobierno no ha ofrecido aún ninguna rueda de prensa en Moncloa tras acceder al cargo. Ni un sola declaración sobre Màxim Huerta, obligado a dimitir el miércoles. Tampoco sobre Luis Planas, imputado en una causa el robo de agua en Doñana. "Ni era competente, ni tenía conocimiento", se defendió el ministro de Agricultura ante el mutismo de su jefe.

La última comparecencia de Sánchez con preguntas fue hace tres semanas, cuando era líder del PSOE y anunció la moción de censura. Tan sólo admitió dos preguntas a los periodistas.

Con la oposición exigiendo explicaciones urgentes, este jueves parecía el día. La reunión en Moncloa entre Sánchez y su homólogo irlandés prometía esa comparecencia, pese a que el Ejecutivo ya advirtió de que el acto únicamente tendría "cobertura para gráficos".

En este contexto, el primer ministro, Leo Varadkar, solicitó comparecer en el complejo para atender a los periodistas de su país. "Sólo a medios irlandeses" porque "así lo quieren ellos", explicaron desde Moncloa. Las citadas fuentes restaron importancia al hecho de que Sánchez rompiera con la tradición de la comparecencia conjunta. "No ocurre siempre", dijeron, aunque sí es lo más habitual.

El mutismo del Gobierno se produjo incluso durante la comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en Valencia tras reunirse con el presidente autonómico, Ximo Puig. Preguntada por la dimisión de Huerta, la número dos del Ejecutivo se limitó a hablar del nuevo ministro de Cultura que "ya está trabajando con normalidad". Y añadió que "los límites de ética de esta democracia están colocados donde la ciudadanía nos exige y ahí estamos sin movernos".

Sobre la imputación de Planas, ni una respuesta oficial del presidente o de su número dos a pesar de que, acogiéndose a unas declaraciones de Sánchez de 2015, la oposición salió en tromba a exigir explicaciones. El PP llegó incluso a reclamar la dimisión del titular de Agricultura. "No hay caso, no hay noticia, no hay indicio de delito", se revolvió Ánder Gil, del PSOE, uno de los pocos que salió a defenderle.

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