La de Pablo Iglesias no fue la primera sino la segunda reunión secreta que mantuvo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la semana pasada. Ocurrió el miércoles pasado: reunión con el partido clave en el triunfo de la moción de censura, el PNV, con quien el jefe del Ejecutivo selló su acuerdo en un encuentro discreto mantenido en La Moncloa.
Durante la cita con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el portavoz parlamentario, Aitor Esteban, se comprometieron a dar "estabilidad y normalidad" al gobierno socialista, según han confirmado desde el PNV. Y de ahí que el presidente Sánchez verbalizara este lunes su aspiración de "agotar la legislatura" en una entrevista en TVE.
En los pasillos del Congreso el portavoz peneuvista desveló que se habló "un poco de todo e hicimos un repaso a los compromisos adquiridos". En el PNV son optimistas porque el propio Sánchez se mostrara ayer partidario de un acercamiento de los presos y de una política penitenciaria distinta.
Sobre el adelanto electoral, Esteban aseguró que "es lo lógico agotar la legislatura porque hay una abrumadora mayoría a favor de agotar la legislatura. El único que no quiere es Albert Rivera, aunque empiezo a tener dudas tras las últimas encuestas. El PP, además, necesita reorganizarse y recuperarse de sus heridas. Todo esto coincide en alargar la legislatura lo más posible".
Desde el PSOE, la portavoz Adriana Lastra, salió al paso de las críticas por el secretismo de las reuniones asegurando que "no son reuniones secretas sino discretas que entran dentro de la normalidad" porque, defendió, que "hay que darle normalidad a que los líderes políticos hablen para la estabilidad del Gobierno y del país". Preguntada por Libertad Digital, aseguró que "el presidente del Gobierno es poco de plasma y nunca se esconderá detrás de un plasma".