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El separatismo se crece ante el varapalo alemán a la justicia española

Puigdemont exige la puesta en libertad de los golpistas presos tras descartar el tribunal de Schleswig-Holstein que hubiera rebelión.

Puigdemont exige la puesta en libertad de los golpistas presos tras descartar el tribunal de Schleswig-Holstein que hubiera rebelión.
Torra tras visitar en prisión a Forn, Turull y Rull | EFE

Euforia separatista. Acercamiento de presos, deshielo, relación bilateral con el Gobierno y negativa del tribunal alemán de Schleswig-Holstein a extraditar a Carles Puigdemont por rebelión y sedición. Sólo admite su entrega a España por un delito de malversación sobre el que los tres magistrados expresan serias dudas. Los abogados del expresidente de la Generalidad recurrirán la decisión ante el Constitucional alemán. Mientras tanto, su cliente sigue en libertad sin medidas cautelares. Se amontonan las buenas noticias para quienes hasta hace sólo unas semanas eran una tropa dividida incapaz de ponerse de acuerdo en la elección de un presidente que no estuviera preso o fugado. El levantamiento del 155, todavía con el PP en el poder, y la "distensión" de Sánchez han reactivado un movimiento que no encontraba salida a sus contradicciones sobre los propósitos republicanos de un gobierno autonómico.

Un par de días después de que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena diera por concluida la instrucción del sumario con la inclusión entre los cargos del delito de rebelión, un tribunal alemán refuta el principal de la causa y proporciona argumentos a los golpistas presos para exigir su puesta en libertad dado el fallo de Schleswig-Holstein.

Uno de los letrados de Puigdemont, Jaume Alonso Cuevillas, ha puntuado "ocho sobre diez" para referirse a la satisfacción que les ha causado la sentencia. Confían incluso en que el Constitucional germano les dé la razón y niegue también la extradición por malversación. La negociación de los abogados de los presos con la Fiscalía introduce un nuevo elemento, la decisión alemana. Todo ello en medio del "deshielo" entre Moncloa y Generalidad a todos los niveles.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "respeta" la decisión judicial y asegura que lo que importa es que "los involucrados en el 1-O sean juzgados en España". No aclara por qué cargos, pero insiste en el carácter "político" de la "crisis catalana" y en la oportunidad de las "soluciones políticas". Inquirido por la reunión del lunes con el presidente de la Generalidad, Quim Torra, la ha calificado de "punto de arranque". De entonces acá, se ha completado el traslado de los presos golpistas con el ingreso en la cárcel de Lledoners de Josep Rull, Jordi Turull y Quim Forn; el vicepresidente de la Generalidad, Pere Aragonès, de ERC, se ha reunido con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; consejeros y ministros cuadran agendas para reactivar las carpetas de los 45 puntos "históricos" que Mas le presentara a Rajoy y el Gobierno sigue sin responder a los desplantes contra el jefe del Estado y a la propaganda separatista en el extranjero.

Liberación en breve

El separatismo confía en la puesta en libertad de los presos en breve. La justicia alemana alienta sus expectativas. El tono del Gobierno, también. Y más la toma de posesión de la nueva fiscal general del Estado, María José Segarra, que ha agradecido la "colaboración" de la fiscalía alemana. Los grupos separatistas en el Parlament se reafirman en su decisión de mantener el voto de los procesados. Consideran que la sentencia de Schleswig-Holstein desactiva la instrucción de Llarena y desmonta el "relato" judicial del golpe de Estado, mientras que mantienen negociaciones abiertas con el Gobierno en las que se habla de todo, incluida la autodeterminación. Torra se declara muy contento porque entiende que quedan evidencia "los engaños y mentiras" de la causa judicial. La portavoz del Govern, Elsa Artadi, exige la inmediata puesta en libertad de los golpistas después del "revés a la justicia española".


En cuatro días, el expediente catalán ha cambiado por completo. El separatismo se envalentona. Tras su viaje a Escocia para reunirse con la exconsjera fugada Clara Ponsatí y con la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, Torra visitó a los presos de Lledoners por la mañana. Fue una reunión de dos horas al término de la cual el presidente de la Generalidad se felicitó por las noticias procedentes de Alemania.

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