Los principales dirigentes separatistas están convencidos de que sus presos serán puestos en libertad en breve, probablemente en la primera quincena de agosto. No le dan ningún valor a la posición contraria de la Fiscalía. Los letrados de los encarcelados ofrecen todos los bienes de los preventivos como fianza e incluso la comparecencia diaria en el juzgado o el arresto domiciliario.
La cancelación por parte del magistrado del Supremo Pablo Llarena de los mandatos europeos de detención relativos a todos los fugados es para el separatismo el golpe definitivo a la instrucción judicial española. Mantener a los Jordis, Forcadell, Junqueras y los exconsejeros en prisión mientras Puigdemont campa a sus anchas agudiza la "injusticia", clama el separatismo. Alemania ha sentenciado el 1-O. No hay rebelión. Punto y tabla rasa.
Carles Puigdemont está a la espera de que los tribunales alemanes reciban la resolución de Llarena para emprender viaje a Bruselas. Vuelve a Waterloo y podrá viajar por todo el mundo sin obstáculos. Igual que Marta Rovira, ahora en Suiza, y los exconsejeros Toni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret, en Bruselas, y Clara Ponsatí, en Escocia.
"Juicio rápido" en Alemania
Los abogados separatistas, auténticas estrellas mediáticas, celebran la decisión de Llarena y "confirman" que su instrucción está "tocada de muerte". El tribunal regional alemán de Schleswig-Holstein habría llevado a cabo una suerte de juicio rápido sobre el golpe de Estado del 1-O que debe tener consecuencias inmediatas en España salvo que Pedro Sánchez pretenda ser peor que Rajoy. La lectura es simple, pero eficaz. Quim Torra, el "vicepresident" Aragonès, el resto de consejeros y las entidades separatistas dan por finalizado el proceso judicial.
La liberación de los presos es la prioridad, pero casi la dan por descartada. Y también dan por descartado que España vaya a recurrir al Tribunal Europeo ante la injerencia alemana. Confían en que Sánchez facilite la puesta en libertad a más tardar en la primera quincena de agosto. También hacen cábalas sobre el retorno de los "exiliados" para la próxima Navidad. El grupo de Junts per Catalunya se felicita además por haber impedido la celebración del pleno y evitado que Puigdemont dejara de ser diputado un día antes de estrenar el estatus de "refugiado".