Va a tener que probar su fibra ética en el terreno menos propicio para la dignidad: sobrevivir en un terreno mediáticamente hostil, el creado por Soraya contra el PP.
A Soraya la ha derrotado la privacidad, el ámbito donde las personas dejan de ser miembros de un rebaño para convertirse en individuos libres. A Casado le ha dado la victoria el ansia de libertad de los cautivos.