La Armada española ya tiene su quinto Buque de Acción Marítima (BAM). El P-45 Audaz fue entregado ayer viernes por la empresa pública Navantia a las autoridades militares en un sencillo acto celebrado en San Fernando (Cádiz) en el que estuvo presente el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, y en el que el máximo responsable de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) revisó la embarcación siguiendo el protocolo establecido.
La recepción del buque forma parte de la extensión del programa BAM de la Armada española que fue firmada por el Gobierno el 21 de diciembre de 2014 y que ampliaba en dos unidades más el número de embarcaciones. El siguiente en llegar será el P-46 Furor, que el pasado mes de mayo salió a realizar sus primeras pruebas de mar y que está previsto que pueda estar operativo en la Armada antes de finales de año. Tanto el P-45 como el P-46 tendrán su base en Cartagena.
El BAM es un buque de tamaño medio, con 93,90 metros de eslora, 14,2 metros de manga y una capacidad de desplazamiento de 2765 toneladas, con alto nivel de comunalidad con otros buques de la Armada, que lleva un Sistema Integrado de Control de Plataforma de última generación que le permite operar con una dotación reducida. Exactamente, 46 hombre y mujeres, incluyendo un oficial de sanidad.
Su tamaño y la posibilidad de llevar embarcado un helicóptero le convierte en una embarcación con una gran versatilidad de misiones, como protección y escolta de otros buques, control del tráfico marítimo, control y neutralización de acciones terroristas y de piratería, operaciones contra el narcotráfico y el tráfico de personas, operaciones de rescate y salvamento marítimo, apoyo a situaciones de crisis y ayuda humanitaria o control de la legislación de pesca o medioambiental.
Submarino S-80
Por otra parte, el Consejo de Ministros aprobó este viernes la reprogramación de las anualidades que afectan al Programa Especial de Modernización de las Fuerzas Armadas correspondiente al submarino S-80, con el objetivo de adecuar la financiación al actual calendario de pagos. Con ello, autorizó una elevación de techos del presupuesto del S-80 de 1.771 millones de euros para su reconducción.
El programa del S80 lleva varios años de retraso debido a que las cálculos iniciales fueron erróneos y hubo que modificar sobre la marcha un buen número de incidencias, estando el programa casi paralizado durante algunos años. Debido a esto, los 2.100 millones presupuestados inicialmente para cuatro unidades apenas dan para submarino y medio, razón por la que el Gobierno ha tenido que aprobar el sobrecoste, lo que eleva el coste total, de momento, hasta los 3.900 millones de euros.