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Impunidad para los separatistas que agreden a los que retiran lazos amarillos

Las arengas de Torra se traducen en intimidación policial y palizas contra quienes se oponen a la ocupación separatista de las calles.

Las arengas de Torra se traducen en intimidación policial y palizas contra quienes se oponen a la ocupación separatista de las calles.
Lazos amarillos pintados en el barrio de Sants de Barcelona. | EFE

El presidente de la Generalidad, Quim Torra, ha dejado claro por activa y por pasiva que no está dispuesto a tolerar que se retire propaganda separatista de los espacios públicos. Los lazos amarillos son sagrados. Los Mossos tienen orden de impedir las actividades de los grupos que se organizan para descontaminar las calles. Todavía no se han producido detenciones porque es perfectamente legal, además de cívico, limpiar la basura, pero Torra, Puigdemont y el resto de los dirigentes separatistas criminalizan a estos ciudadanos con un relato que incluye su equiparación con el terrorismo.

La carta que Torra envió el miércoles pasado al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sintetiza el relato separatista respecto a la violencia política callejera en Cataluña. Las catorce personas que fueron identificadas por los Mossos el fin de semana pasado por retirar propaganda amarilla en varias localidades del sur de Tarragona son, según Torra, "grupos armados, organizados y violentos" que protagonizan una "escalada de violencia".

Tal escalada se ha traducido este sábado en la brutal agresión a una ciudadana por tirar a una papelera unos plásticos amarillos que estaban esparcidos por el suelo. Un sujeto le ha roto la nariz. Ocurrió en el parque de la Ciudadela de Barcelona, donde el "Parlament". El individuo ha derribado a la mujer de un puñetazo, se ha sentado sobre ella y le ha golpeado rostro y cabeza. Se trata de la esposa de un militante de Ciudadanos.

Mensajes racistas

No fue el único incidente del día, puesto que el periodista Arcadi Espada fue retenido e identificado por los Mossos d'Esquadra y la policía local de L'Ametlla de Mar (Tarragona) junto a otras siete personas que estaban pintando de rojo un gran lazo amarillo en una rotonda. En un mensaje de Twitter para celebrar que habían "enganchado" al "comando" de Espada, el alcalde de la localidad, Jordi Gaseni, de ERC, llama "bichos" a los componentes del que según Torra sería un "grupo armado". El contenido racista todavía no ha sido eliminado de Twitter. Traducido al español, el mensaje dice así: "Pillados y denunciados ensuciando mobiliario urbano Arcadi Espada y siete bichos más en la rotonda de la Ametlla de Mar. Esta es su manera de hacer. ¡Son unos brutos y lo tenemos ganado!".


Heridos graves

Las órdenes y consignas separatistas a los Mossos y policías locales y que los lesionados en la "guerra de los lazos" sean todos "unionistas" no supone ningún problema para el relato de Torra, que ha conseguido que Grande-Marlaska convoque una Junta de Seguridad, a celebrar la primera semana de septiembre, para abordar el asunto de los grupos "quitalazos". En el caso de los ciudadanos que retiran propaganda en solitario, ya se encarga el "pueblo", como ha ocurrido este sábado en Barcelona.

No es un caso aislado. El pasado marzo, una mujer requirió asistencia hospitalaria en Viladecans (Barcelona) tras ser pateada por unos individuos que la sorprendieron arrancando carteles con las caras de los golpistas presos en los aledaños de un acto separatista. El mismo mes, un hombre fue apaleado con un bate de béisbol en un pueblo del interior de Barcelona por la misma razón. Eliminar lazos en solitario es una actividad de riesgo.

Parafernalia "lazi"

En paralelo, los "grupos armados" a los que alude Torra, se jactan en las redes sociales de sus acciones "armadas" con "cutters" y ganchos. La organización "Impulso Ciudadano" ha presentado una denuncia en Fiscalía por la identificación de las personas que retiran propaganda y la "Asociación por la Tolerancia" llama a los ciudadanos a inculparse en la comisaría central de los Mossos por eliminar plásticos amarillos, cuatribarradas estrelladas y demás elementos de la parafernalia "lazi".

Otra de las propuestas de "rebelión pacífica", lanzada en este caso José Manuel Opazo, organizador de la manifestación del 9 de septiembre en Barcelona para exigir la celebración de elecciones y la ruptura de los pactos políticos con los partidos separatistas, propone que los voluntarios que retiran los símbolos secesionistas no se identifiquen voluntariamente ante los Mossos d'Esquadra: "Si los Mossos prevarican y acaban pasando los datos personales y las matrículas de los identificados a los independentistas, a partir de ahora no nos identificaremos", ha afirmado Opazo, que también está impulsando varias iniciativas, entre ellas la entrada de observadores internacionales que certifiquen la labor de los Mossos, a los que acusa de actuar como una "policía política".

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