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El Gobierno sostendrá a la reprobada Delgado: "No nos podemos permitir otra dimisión"

Es la intención inicial a la espera de la siguiente bomba en forma de grabación. La ministra pierde los papeles y el PP corea su petición de dimisión.

Es la intención inicial a la espera de la siguiente bomba en forma de grabación. La ministra pierde los papeles y el PP corea su petición de dimisión.
La ministra Delgado y la vicepresidenta Calvo este martes ene el Senado. | EFE

La intención es resistir. Y la diferencia con el caso Montón es que todavía no existe ninguna sombra de delito que pudiera colmar la paciencia y la resistencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Aún no se ha vertido la primera gota del vaso como ocurrió cuando se conoció el plagio de la exministra de Sanidad, Carmen Montón, tras el cual Sánchez le exigió su dimisión a los diez minutos."Aquí no hay carrito del helado", dicen fuentes socialistas, sólo unas "conversaciones privadas de hace diez años".

Ésta es la primera y radical diferencia. Pero existe una segunda más reveladora y es que Dolores Delgado sería la tercera ministra del Gobierno de Sánchez en dimitir en apenas 100 días de mandato."No nos lo podemos permitir, no nos podemos permitir otra dimisión", dicen casi a la desesperada fuentes del Ejecutivo. La caída de su tercer ministro pondría el foco irrevocable en el presidente: "Por elevación él tendría que ser el siguiente" y el debate de adelanto electoral "irrefrenable".

Precisamente por este temor al resurgir de un adelanto electoral, es importante la advertencia del líder de Podemos, Pablo Iglesias, marcándole a Sánchez el camino de salida para su titular de Justicia. Una amenaza a la que Moncloa resta importancia: "No ha pedido formalmente la dimisión, ni siquiera ha pronunciado la palabra. No estamos preocupados", aseguraron sin temor a perder a su principal y único socio permanente de gobierno.

Se acabó el silencio

De espaldas a la realidad de esta amenaza, Gobierno y PSOE dieron este martes un giro de 180 grados en su estrategia. Frente al clamoroso silencio del lunes, Moncloa y Ferraz se han puesto las pilas con un argumentario orquestado de defensa de la ministra de Justicia y denuncia de "un chantaje al Estado" por parte del comisario Villarejo con quien se relaciona en privado a la ministra Delgado.

"A este partido y a este Gobierno no le va a chantajear nadie", repitió una y otra vez la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso. "Vamos a seguir trabajando para acabar con las cloacas del Estado". Pero evitó responder a la pregunta de Libertad Digital sobre las mentiras de la ministra y sus versiones contradictorias: "¿Qué versión nos creemos? ¿No se reunió? ¿Se reunió en el ámbito profesional?". Lastra esquivó la pregunta: "Lleva 25 años en su actividad como ministra. Ha sido una de las personas que más ha hecho por la significación del ministerio. Ella sabía que no iba a ser fácil porque, como ustedes dicen en sus informaciones, era la siguiente pieza a abatir".

El Gobierno contraataca

Una ofensiva en defensa de Delgado que se trasladaba posteriormente a la cámara alta. Mientras la ministra de Justicia perdía los papeles en el Hemiciclo desgañitándose contra el PP y defendiendo su independencia como poder ejecutivo respecto del judicial, sus colegas de gabinete, comenzando por la vicepresidenta, Carmen Calvo, salían en su defensa en los pasillos. "Ella se defenderá estupendamente", dijo en una primera ocasión la vicepresidenta justo antes de que la bancada popular pidiera a coro su "¡dimisión, dimisión!". Minutos después, nueva pregunta: "¿Puede mantenerse en el Gobierno una ministra que prefiere trabajar con hombres?". Respuesta de la también ministra de Igualdad: "Puede... y se va a mantener".

También en tromba salía la ministra portavoz, Isabel Celaá, quien aseguró que "el Gobierno mantiene el apoyo a su ministra de Justicia" y calificó de "manipulación" las grabaciones publicadas en el marco de "un ataque más al Gobierno" porque "ella ha dicho que no eran suyas esas declaraciones. Me remito a esa declaración".

Una defensa que ha sido más explítica en el caso del ministro aludido, el de Interior, Fernando Grande Marlaska, a quien Delgado llama "maricón" en estas grabaciones. "Lo importante no son las palabras sino los hechos". "Para sentirse ofendido hay que querer ofender", dijo condescendiente el titular de Interior quien descartó la dimisión de la ministra de Justicia: "Todos los ministros y ministras vamos a seguir trabajando porque este país sea un poco más igual, sobre todo para vosotras".

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