Nerviosa, temblorosa y subiendo varios decibelios el tono al que acostumbra. En la tarde en la que el Senado reprobó a la ministra de Justicia, Dolores Delgado fue preguntada varias veces por el PP, que firma su moción de reprobación, por las grabaciones que prueban su relación con el comisario Villarejo. "No le voy a contestar porque no se lo merece", respondió altanera Delgado a la primera de las cuestiones.
La senadora popular, Esther Muñoz, pasó rápidamente por el objeto de la pregunta que figuraba en el orden del día, sobre los indultos a los presos independentistas catalanes, y formuló definitivamente su petición de dimisión: "Señora Delgado, ya sabemos que usted prefiere trabajar con tíos a trabajar con tías pero mire, señora todavía ministra, todos los que estamos aquí sabemos perfectamente que usted va a tener que dimitir por mentir. Yo no le voy a preguntar que concepto tiene usted de maricón...", decía provocando los nervios de la aludida.
"No hacen nada, todo forma parte de un plan para que os mantengáis en el Gobierno. Señora Delgado, tiene usted que dimitir, ¡hágalo ya!". La respuesta de Delgado fue definitiva. La ministra de Justicia comenzó defendiendo que "mire, señora Muñoz todavía portavoz de Justicia... se lo tengo que explicar despacito para que usted lo entienda. El poder ejecutivo no puede interferir en el poder Jusdicial como ustedes han hecho sistemáticamente".
Pero fue subiendo el tono a medida que avanzaba su intervención hasta el punto de perder el propio control de su voz y de sus nervios: "Este Gobierno no ha dado ni una sola instrucción a ningún fiscal ni a ningún juez. Hemos respetado la autonomía del Ministerio Fiscal. También es cierto que a ustedes les va el tema este de la corrupción por delante...". Y ya a voz en grito, recordó a los senadores del PP los ministros reprobados del PP lo cual motivó los gritos de "¡dimisión, dimisión!" de la bancada popular.