"No ha aguantado más", "las discrepancias con la dirección eran muy importantes"... estas son algunas razones que dan miembros cercanos a la hasta ahora portavoz del Grupo Parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz-Huerta, para explicar su dimisión. Una marcha que ha sido conocida este lunes a primera hora.
"No es ningún secreto que desde hace tiempo mis posiciones políticas no gozan de la aprobación de la dirección" del partido, ha asegurado en una rueda de prensa en la que ha explicado que deja también su acta de diputada regional.
Desde la moción de censura en la Asamblea
El papel más destacado de Ruiz-Huerta al frente de la portavocía morada fue ser la cara de la formación de los círculos en la moción de censura que presentó Podemos en la Asamblea de Madrid contra Cristina Cifuentes.
Miembros del partido cercanos a la exdiputada explican que fue justo después de aquel debate cuando se resquebrajaron las relaciones con los de Iglesias. Se quejaban ya desde entonces de que, "al destacar en su intervención en aquella moción de censura, desde la dirección de Podemos temieron no poder controlar su éxito y se vetaron sus intervenciones televisivas. Se la intentó aplastar mediáticamente".
La irrupción de Errejón
La ya exrepresentante morada tuvo que ver también cómo la cúpula de su partido le imponía poco después a Íñigo Errejón como candidato a las próximas elecciones autonómicas de 2019 en unas primarias a las que decidió no presentarse porque "eran un procedimiento tramposo".
En los últimos meses, Ruiz-Huerta también había apostado por crear una plataforma "más amplia" con Izquierda Unida y otros partidos de cara a esos comicios de 2019. Aspiraciones que fueron frenadas en seco por Iglesias y los suyos.
La abogada, cercana a la corriente anticapitalista de la formación, deja el partido y a las 11:30 de este lunes anunciará también que renuncia a su acta en la Asamblea de Madrid.
Su dimisión se suma a la que hace poco más de un mes protagonizó desde Cataluña el secretario general de Podemos en esa comunidad. Xavier Domènech dejó el pasado 5 de septiembre todos sus cargos orgánicos e institucionales por estar "agotado políticamente y personalmente".