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Casado se enmienda tras el portazo de Marchena y propone despolitizar el CGPJ

El PP registra una enmienda en el Senado para volver al sistema original de elección de los jueces vocales del CGPJ. Cosidó, de momento, resiste.

El PP registra una enmienda en el Senado para volver al sistema original de elección de los jueces vocales del CGPJ. Cosidó, de momento, resiste.
Casado preside la reunión del Grupo Popular en el Congreso. | Tarek.

Pablo Casado culpó al Gobierno de la crisis institucional por la renuncia de Manuel Marchena, suspendió el proceso de renovación del CGPJ y rectificó su posición inicial. Ahora, el líder de la oposición propone una reforma del sistema de elección, para volver al modelo que modificó Felipe González. Es decir, que los doce vocales de extracción judicial sean elegidos directamente por los jueces y magistrados. Ignacio Cosidó, protagonista en la crisis por sus polémicos mensajes en un chat con senadores del PP, se resistió a tirar la toalla.

El giro en la estrategia de Casado se consumó a última hora de la tarde de este martes, con la presentación en el Senado de una enmienda para reformar la ley orgánica del poder judicial "para volver al sistema de elección que consagra la Constitución y fortalecer la independencia judicial y la separación de poderes en España", tal y como anunció en las redes sociales.

Así, en el artículo 572 se señala que los doce vocales del Consejo de procedencia judicial serán elegidos "por todos los jueces y magistrados que se encuentren en servicio activo". Y en el artículo 573 desarrolla la fórmula de elección, según la cual será "mediante voto personal, igual, directo y secreto, admitiéndose el voto por correo".

Todo estalló por los aires tras el comunicado de Marchena, a primera hora de la mañana. Pocos minutos después, Génova dio por dinamitado el pacto y anunció que ya no volverá a sentarse a hablar con el Gobierno en materia de Justicia mientras Dolores Delgado siga siendo ministra, tal y como avanzó este diario. "El PP no puede permitir que el Gobierno siga manoseando las instituciones del Estado", defendieron desde el entorno del líder del PP, consciente del enfado de buena parte de su formación por cómo se gestionó el acuerdo hoy hecho añicos.

En el PP acogieron la decisión con alivio. "Es el mal menor, ahora manos libres", resumió un destacado diputado. Según algunas fuentes, Casado amagó con romper con el Ejecutivo la semana pasada, después de que incluyera a José Ricardo de Prada como vocal del CGPJ. Pero no lo hizo "por respeto a Marchena", y eso llevó a Carlos Rojas a decir que era bueno que De Prada dejara "de poner sentencias" en la Audiencia para irse al consejo. "Nos encontramos el acuerdo medio hecho" y "Lesmes tampoco ayudó en nada", explicaron entre bambalinas en Génova.

Pero, tras el portazo de Marchena, Casado no dudó en enmendarse. En una reunión con sus diputados, justificó su decisión de romper el acuerdo con el PSOE "por la dignidad" de su grupo parlamentario, por "respeto a los jueces y fiscales" y por el "fortalecimiento de las instituciones". Y exigió que se retire del pleno del jueves el punto del orden del día en el que se iban a elegir los vocales consensuados. Los suyos, que apenas unos días antes intentaban justificar públicamente la negociación discreta entre Rafael Catalá y Delgado, le ovacionaron.

En este contexto, Casado también se vio en la obligación de censurar el contenido de los mensajes privados de Cosidó. Según trasladó el PP, lo que propició la renuncia de Marchena fue la filtración del su nombre por parte de Moncloa, aunque en la dirección nacional admitieron que "no ayudaron" los whatsapp del todavía portavoz popular. "Cualquier otra explicación que se haya publicado, que se haya transmitido por móvil o que se haya podido interpretar no es la verdad", dijo Casado ante sus diputados, distanciándose de su portavoz en la Cámara Alta.

El líder del PP no dejó caer a Cosidó, pero no le respaldó públicamente. Ni él ni nadie de la cúpula nacional. Pero el portavoz, que habló en las últimas horas con Casado, aseguró que ese apoyo sí que existe, y fue recibido por aplausos por los miembros de la dirección del Grupo Popular en el Senado. "Ese mensaje no lo escribió él, lo reenvió de otro cargo de Génova" y "era lo que estaba diciendo en privado la dirección", sugirió un senador. Lo más que hizo el partido fue disolver el chat al que envió el polémico escrito.

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