Albert Rivera ha comenzado la recta final de la campaña andaluza en Córdoba, donde este jueves daba un largo paseo por el centro de la ciudad con el candidato provincial de Ciudadanos, el analista Fran Carrillo, uno de los independientes que configuran las listas naranja para el Parlamento de Andalucía.
Tras multitud de selfies y saludos con sus simpatizantes, el presidente de Ciudadanos realizaba el enésimo llamamiento a la movilización ya que, a su juicio, el resultado del próximo domingo será muy ajustado, tanto que "estamos a muy poquitos votos de un cambio histórico" una aseveración en la que se detenía: "Por un puñado de votos, el domingo, podemos estar ante un sueño o ante una pesadilla. Podemos estar ante un cambio político sin precedentes o podemos estar asumiendo cuarenta y un años de Gobierno socialista. Si vuelve a ganar el PSOE, con el apoyo de Podemos, habrá cuarenta y un años de lo mismo en la Junta".
Para Rivera, Andalucía está ante el riesgo de que "Pablo Iglesias, Echenique o Monedero" dirijan su economía ya que, argumentaba, es lo que pretende "el sanchismo, esa corriente vacía de opinión pero llena de ansias de poder, si puede va a imponer la lógica que está imponiendo en el Gobierno de España".
Ante ese escenario, y en un nuevo parlamento autonómico que según muchas encuestas podría contar con VOX, Rivera abogaba, como ya hiciera al principio de campaña el candidato naranja, Juan Marín, en una entrevista con Libertad Digital, por un acuerdo con PSOE y PP. Es decir, "los partidos a los que nosotros hemos apoyado" decía el líder de Ciudadanos, en referencia a los pactos de investidura con los socialistas en Andalucía y con los populares en el Gobierno de España y en algunas comunidades, singularmente Madrid.