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Los CDR ultiman la encerrona al Gobierno y la Generalidad desaconseja la Lonja de Mar

Sindicalistas de los Mossos se encierran en el edificio de la consejería de Interior en demanda de mejoras salariales y más personal.

La Generalidad considera que el emplazamiento elegido por el Gobierno para celebrar su Consejo de Ministros extraordinario en Barcelona no es el lugar más idóneo. La portavoz del ejecutivo regional, Elsa Artadi, blande los reparos de los mandos policiales de los Mossos, que entienden que la Casa Lonja de Mar está demasiado céntrica, muy próxima a vías claves de comunicación, infraestructuras como el puerto y a la zona más turística de Barcelona, lo que dificultaría la intervención policial en caso de necesidad.

Artadi desaconseja que se celebre la reunión en la Lonja, que actualmente alberga la sede de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, por "criterios técnicos" y apunta a que hay otras opciones, como el palacete Albéniz, aislado en la montaña Montjuïc. Sea como fuere, Moncloa se mantiene en la idea de utilizar la Lonja, aunque hay pendiente una reunión de la cúpula policial de los Mossos con los mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil que permanecen en Cataluña en la que la policía regional abogará por el cambio de sede. El Ministerio de Interior también prepara un dispositivo que podría movilizar a mil agentes entre policías y guardias civiles para proteger al Gobierno en Cataluña.

Mossos bajo mínimos

La situación en los Mossos es muy delicada tras las críticas del presidente de la Generalidad, Quim Torra, y del consejero de Interior, Miquel Buch, a las cargas policiales contra encapuchados violentos de la semana pasada. Hay malestar interno también por la pasividad ante los CDR que cerraron la autopistas Ap-7 durante quince horas el sábado pasado y asaltaron varias cabinas de peaje el día después. Los agentes de la policía autonómica se quejan también de los impagos de pagas extras y horas extraordinarias, así como de falta de personal y medios. Alertan de que no son suficientes para un dispositivo como el que requiere un Consejo de Ministros en Barcelona y que quedarían desprotegidas las infraestructuras y vías de comunicación que quieren colapsar los violentos.

Presión para una "cumbre" bilateral

Tampoco ayuda la actitud del Govern. Artadi insiste en que "se garantizarán todos los derechos" y pone en el mismo saco el "derecho de reunión" del Gobierno en la capital catalana como el de "concentración, manifestación y huelga" de los CDR y otros grupos del mismo cariz, como los nuevos "Grupos Autónomos de Acción Rápida" (GAAR), que reparten instrucciones y consignas a través de canales de Telegram para colapasar Barcelona e impedir la celebración del Consejo.

Artadi ha reiterado sus reparos a la visita del gabinete Sánchez, pero presiona a la vicepresidenta Carmen Calvo para que haya un encuentro entre el presidente del Gobierno y Quim Torra que no sea estrictamente protocolario. Fuentes de la Generalidad deslizan que una cita con el máximo reconocimiento al presidente catalán podría facilitar un llamamiento a la calma por parte de los dirigentes separatistas.

La teoría de los "infiltrados"

Las organizaciones radicales ultiman los preparativos para un recibimiento caliente. Los CDR ya se han citado en la Lonja de Mar y en puntos clave de la capital y otras ciudades catalanas. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) secunda las acciones y avisa de que esta vez no montarán círculos ni harán exhibiciones de lazos. Los presos en huelga de hambre piden que no haya encapuchados, pero ya difunden la tesis de que si se producen incidentes violentos será cosa de "infiltrados". Torra permanece inmutable mientras comerciantes y empresarios piden calma y que los CDR no les revienten la campaña navideña. Crece el temor a que los CDR bloqueen los accesos al Aeropuerto de El Prat y a la estación del AVE en Barcelona el día de la operación salida de las vacaciones de Navidad.

Encierro sindical de Mossos

En medio de los preparativos del dispostivo policial, los sindicatos de los Mossos y la organización "MosSOS", que agrupa a unos cuatro mil agentes, exigen al departamento de Interior que acceda a negociar una subida salarial que les equipare a los Mossos, la convocatoria de nuevas plazas y que se les deje de utilizar políticamente por parte del "Govern". El grupo de agentes que negociaba con los responsables de la consejería denuncia que los representantes de la Generalidad han abandonado la reunión que se celebraba esta mañana, por lo que han decidido encerrarse en las instalaciones de la consejería hasta que se reanuden las conversaciones. Presionan al "Govern" con la advertencia de que muchos de ellos podrían pedir fiesta o causar baja por enfermedad en las vísperas y el mismo día 21, lo que complica todavía más una situación inflamable.

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