La Armada española ya tiene su sexto Buque de Acción Marítima (BAM). El P-46 Furor ha sido entregado en la mañana de este lunes por los directivos de Navantia, la empresa pública de astilleros, a las autoridades militares en un acto presidido en Ferrol (La Coruña) por la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha sido la encargada de entregar la bandera nacional al comandante del barco, el capitán de corbeta Ángel Morales.
La recepción de este buque pone punto y final, de momento, a la extensión del programa BAM de la Armada, que fue firmado por el Gobierno de Mariano Rajoy en diciembre de 2014, y que ampliaba en dos unidades más el pedido inicial de cuatro embarcaciones. El objetivo del mismo era sustituir a los ya obsoletos patrulleros de altura que venía se venían utilizando y tener en servicios a cambio unos buques que pudiesen cumplir con un buen número de propósitos diferentes.
El BAM es una embarcación de tamaño medio, con 93,90 metros de eslora, 14,2 metros de manga, una velocidad punta de 20,5 nudos y una capacidad de desplazamiento de 2840 toneladas. Cuenta con un Sistema Integrado de Control de Plataforma de última generación que le permite operar con una dotación reducida: 48 militares. También tiene capacidad para alojar y operar en su cubierta de vuelo a helicópteros Augusta Bell 212, NH-90, SH-60B, o vehículos aéreos no tripulados.
Su tamaño y la posibilidad de embarcar helicópteros le otorgan a este buque una gran versatilidad a la hora de realizar misiones. Así, pueden ser empleados para neutralización de acciones terroristas y de piratería, control del tráfico marítimo, operaciones contra el narcotráfico y el tráfico de personas, operaciones de rescate y salvamento marítimo, protección y escolta de otros buques,apoyo a situaciones de crisis y ayuda humanitaria o control de la legislación de pesca o medioambiental.
Además, está equipado con un cañón a proa Oto Melara de 3 pulgadas, (76 mm.), 2 cañones M242 Bushmaster de 25 mm. y 2 ametralladoras pesadas Browning M2 de 12 mm.
Construcción de las fragatas F110
La entrega de este último BAM se produce apenas veinticuatro horas después de que en los mismos astilleros de Ferrol se haya dado el pistoletazo de salida a la construcción de las cinco fragatas F-110, para las que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el pasada mes de diciembre una partida económica de 4.325 millones de euros y que permitirá mantener en la zona durante la próxima década un total de 8.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
Las F-110 deberán sustituir a las fragatas F-80 clase Santa María que fueron construidas en este mismo astillero y cuyas primeras unidades ya han sobrepasado los treinta años de vida y no disponen ya de posibilidades para incrementarles más sus capacidades tácticas.