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Carmena y el PSOE votan en contra de una placa a Félix Schlayer, aprobada por el Comisionado de Sauquillo

Ahora Madrid y PSOE recordaron la acusación de "filonazi" que le hacía Carrillo, denunciado por Schlayer por las matanzas de Paracuellos.

Ahora Madrid y PSOE recordaron la acusación de "filonazi" que le hacía Carrillo, denunciado por Schlayer por las matanzas de Paracuellos.
Una imagen de archivo de una sesión plenaria, celebrada en el Palacio de Cibeles. | LD

"Un auténtico esperpento típico del gobierno de Carmena y sus socios del PSOE". Así califica el concejal popular Pedro Corral lo que se vivió en el Pleno de la Junta Municipal de Chamberí este pasado lunes. El PP había presentado una proposición para colocar una placa en el número 27 de la calle José Abascal, que durante la Guerra Civil fue sede de la embajada de Noruega y donde Félix Schlayer, cónsul de ese país en Madrid, refugió a cerca de mil personas durante la Guerra Civil.

Schlayer se hizo famoso por ser uno de los escasos diplomáticos que se atrevieron a denunciar ante las autoridades republicana, con riesgo de su vida, las sacas de presos preventivos de las cárceles madrileñas, que acabarían masacrados en Aravaca, Paracuellos y Torrejón entre octubre y diciembre de 1936. Su libro Masacres en el Madrid republicano constituye hoy en día una escalofriante crónica de la sangrienta desolación revolucionaria que vivió la capital de España.

La concejal de Carmena en Chamberí, Esther Gómez, anunció que el Comisionado de la Memoria Histórica, que preside la socialista Francisca Sauquillo, había previsto instalar una placa en la antigua legación noruega, con la siguiente inscripción: "Aquí estuvo situada la legación de Noruega en España, regida durante la Guerra Civil por el cónsul Félix Schlayer, una de las más comprometidas con la protección de personas perseguidas por su ideología política".

Por ello, la concejal podemita le propuso a los populares que retiraran su propuesta, a lo que Corral, después de agradecer a Gómez la "buena noticia" de la instalación de esa placa, se opuso para que constara el homenaje del Pleno municipal a la figura de Schlayer. "Aunque es verdad que la placa silencia la labor de denuncia de Schlayer ante las matanzas de Paracuellos, pero al menos su nombre aparece ligado a su gran labor humanitaria", dice Corral.

Fue entonces cuando los portavoces de Ahora Madrid y el PSOE, a pesar de la placa propuesta por Sauquillo, la emprendieron contra la memoria de Schlayer, utilizando los argumentos que blandió contra él Santiago Carrillo, que lo acusó sin prueba alguna de "filonazi". Schlayer fue a visitar el 7 de noviembre de 1936 a Carrillo como nuevo consejero de Orden Público, para transmitirle su temor por la desprotección de los presos, a lo que el dirigente comunista le replicó airado que no corrían ningún peligro.

Corral les respondió que le parecía "muy grave" que indirectamente estuvieran acusando de "filonazi" a Sauquillo y a los miembros del Comisionado por proponer incluir el nombre de Schlayer en la placa de José Abascal, 27. Al final, los partidos de izquierda que sostienen al Gobierno de Carmena rechazaron que se rinda homenaje al diplomático noruego, en contra de lo que ha propuesto el mismísimo Comisionado de la Memoria Histórica.

"La capacidad de ridículo de este Gobierno municipal y sus socios es ya incuantificable", asegura Corral, quien recuerda que el reconocimiento del PP a Schlayer como defensor de los derechos humanos pretendía seguir los pasos de la aprobación, en el pleno de enero, de una placa en la Plaza de Olavide dedicada al activista argentino Carlos Slepoy. "Schlayer y Slepoy son ejemplo de lo que significa jugarse la vida por la libertad y la dignidad del ser humano", dijo Corral.

El industrial alemán Félix Schlayer, responsable de la embajada noruega en Madrid entre 1936 y 1937, dio refugio en la entonces residencia del embajador, en la calle José Abascal, 27, a las personas que huían de la feroz represión de los partidarios del Gobierno frentepopulista. El terror impuesto en Madrid acrecentó las demandas de asilo en las legaciones diplomáticas, lo que obligó a Schlayer a ampliar la embajada al número 25 de la misma calle José Abascal.

Corral recuerda que, "en contra del tópico izquierdista de que los perseguidos eran furibundos fascistas, como si ya eso pudiera justificar su asesinato a sangre fría, los que huían de la represión frentepopulista eran también demócratas republicanos, de centro, liberales o conservadores, amenazados solo por la razón de no ser de izquierdas, como le ocurrió a Clara Campoamor".

En la embajada de Noruega estuvieron refugiadas en total cerca de 1.000 personas, de los que 120 eran niños. Es prácticamente el mismo número de judíos salvados de los campos de exterminio por su compatriota el industrial Oscar Schlinder o por el diplomático español Angel Sanz Briz en los locales de la embajada de España en Budapest.

Corral aseguró que "Félix Schlayer no ha tenido tanta suerte en el reconocimiento de su labor humanitaria. Nadie se ha interesado en hacer ninguna película con el título de 'La lista de Schlayer', lo cual es una pena". Para el concejal popular, "es injusto que el reconocimiento a los defensores de los derechos humanos dependa, no de su labor humanitaria, sino del color de los uniformes de los verdugos a quienes hicieron frente".

PSOE y Ahora Madrid votaron en contra y Ciudadanos se abstuvo en la votación sobre esta propuesta del PP.

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