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La manifestación secesionista contra el juicio del 1-O aviva el odio hacia PP, Cs y Vox: "Cataluña será su tumba"

Los partidos secesionistas dibujan un escenario apocalíptico ante una posible victoria de la derecha en las elecciones anticipadas del 28 de abril.

Los partidos secesionistas dibujan un escenario apocalíptico ante una posible victoria de la derecha en las elecciones anticipadas del 28 de abril.
EFE

La manifestación en contra del juicio a los políticos catalanes secesionistas por el referéndum ilegal del 1 de octubre celebrada este sábado en Barcelona se ha convertido en una especie de "contra-Colón" que los partidos independentistas han aprovechado para dibujar un escenario apocalíptico ante una posible victoria de la derecha en las elecciones anticipadas del 28 de abril

Al igual que en Colón, las entidades y partidos secesionistas también han escogido a una periodista para leer el discurso final de la concentración. La presentadora de TV3, Flora Saura ha dicho que calculan la asistencia en medio millón de personas y ha añadido: "Diez veces más que en la plaza Colón", en referencia a los 45.000 asistentes que calculó la Delegación del Gobierno. Posteriormente la Guardia Urbana ha rebajado esa cifra hasta las 200.000 personas.

La marcha ha empezado pocos minutos después de las 17:00 horas. El presidente de la Generalidad, Quim Torra; el vicepresidente, Pere Aragonès, y el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, han estado en la cabecera junto a otros miembros del Gobierno y dirigentes políticos y de entidades indepedendentistas, llevando la pancarta "La autodeterminación no es delito".

Torra ha advertido de que "no se puede gobernar el país contra Cataluña" y ha lanzado un mensaje muy claro a Sánchez, aunque sin referirse directamente a él: "Esperamos algún día encontrarnos a algunos políticos valientes, que no tengan miedo a la derecha y a lo más rancio de sus partidos, para salir adelante".

A pesar de que el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, haya vetado la conferencia contra la justicia española que Torra y el fugado Carles Puigdemont tenían previsto impartir este lunes, el presidente catalán ha insistido en que irá a Bruselas a "acusar al Estado español de las violaciones que está manteniendo" y que si el Parlamento Europeo no les deja entrar, irán "a una sala más grande", aunque no ha especificado dónde.

Puigdemont se ha sumado a la crítica vía Twitter: "Desde el corazón de Europa la manifestación impresiona mucho. La imagen de gente diversa, pacífica y solidaria movilizada contra la injusticia es la mejor cara de Europa, la que personajes como Antonio Tajani quieren censurar".

"Cataluña será su tumba"

La "revolución de las sonrisas" ha vuelto a mostrar su cara más oscura e inquietante de la mano del diputado de ERC, Gabriel Rufián, que en su intervención aseguraba que "al fascismo no se le apacigua, se le combate y se le destruye. No pasarán. Cataluña será su tumba".

Por su parte la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, ha celebrado que la gente haya vuelto a salir a la calle, y que esté movilizada y "no normalizando este juicio de la vergüenza".

El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, ha asegurado que la manifestación en Barcelona contra el juicio al proceso soberanista es un "muro humano que confronta la ultraderecha" y la intolerancia.

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