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Canal Sur TV cumple 30 años de despilfarro, clientelismo, sectarismo y nepotismo (I)

Los "hombres de negro" buscan cuentas de Canal Sur, pero ¿se enterarán del cuento?

En Canal Sur se conocen como "los hombres de negro" a los encargados por la Cámara de Cuentas de Andalucía de auditar la contabilidad de la RTVA (Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía), que, por cierto, ya están visitando su sede central. A diferencia del caso de otros entes instrumentales de la Junta de Andalucía, el nuevo gobierno ha decidido asignar a dicho órgano técnico, dependiente del Parlamento de Andalucía, la fiscalización de la gestión económica, financiera y contable de "La Nuestra".

Estos "hombres de negro" son los encargados de confeccionar una auditoría contable de la realidad de Canal Sur TV, Radio y sus entes derivados y conexos. La radiotelevisión pública andaluza, con una plantilla de unas 1.450 personas, tiene un presupuesto prorrogado de 2018 de alrededor de 170 millones de euros, de los que la mayor cantidad procede de la Junta, esto es, del bolsillo de los andaluces.

Para que se comprenda la envergadura de los números, recordemos que en el caso de los ERE, la cifra asciende a 850 millones de euros desde 2001 a 2010; en el caso del fraude por los cursos de formación, los euros se cifran hasta en 2.000 millones , en un período similar. Sólo la indemnización del caso Nevada, debido a la negligencia de la Junta, asciende a casi 170 millones de euros, el presupuesto de un año de RTVA. Si se multiplica el dinero anual presupuestado para Canal Sur tomando como referencia el ya muy disminuido de 2018, se obtiene un montante de más de 5.000 millones de euros inyectados a la RTVA en algo más de 30 años.

Este 28 de febrero, Canal Sur Televisión –la Radio empezó antes–, cumple 30 años desde su primera emisión por antena, pero, en realidad, la puesta en marcha del ente autonómico, a semejanza del modelo vasco y catalán, comenzó en 1987. Estas tres décadas, han estado plagadas de escándalos sucesivos y un recorrido de manipulación política incansable que ha contribuido a la perpetuidad de un régimen político fundamentalmente nepotista y clientelar, que conviene recordar hoy y los próximos días.

Ya que estamos en pleno proceso verbal, que del dicho al hecho hay mucho trecho, de recomposición y fulminación de Entes , tres, de entre todos ellos, destacan de forma descarnada, por la envergadura de su enchufismo y despilfarro: la Fundación FAFFE, sobre la que ya hay abierta una Comisión de Investigación en el Parlamento andaluz y un proceso judicial; la Agencia IDEA, sobre la que hay abierto un sumario en los juzgados por indicios de diferentes delitos y Canal Sur, la radiotelevisión pública andaluza sobre la que no pende ni comisión de investigación, ni diligencias judiciales. Desde luego, motivos más que suficientes para ambas iniciativas ha habido, y no pocos.

Los planes de auditoría iniciales del nuevo gobierno PP- Ciudadanos incluía a las agencias de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Obra Pública, Educación, Energía, Innovación y Desarrollo, Puertos, Vivienda y Rehabilitación, Conocimiento, Servicios Sociales y Dependencias, Medio Ambiente y Agua, Institucionales Culturales y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Quedaron fuera en primera instancia otras empresas públicas y la Radio Televisión Pública andaluza. Pero, finalmente, los "hombres de negro" ya han visitado lo que se conoce como Canal Sur.

Lo que no buscan los "hombres de negro" en Canal Sur

Hasta ahora se han limitado a pedir algunas cuentas, pero parecen poco dispuestos a enterarse del cuento, que es un cuento antiguo en el que la Cámara de Cuentas ha participado. En agosto de 1991, casi año y medio después de habérsele encargado, este organismo de control, constituido siete años largos después del triunfo socialista de 1982 - lo que obliga a preguntarse qué pasó con las cuentas públicas en casi una década -, realizó su primera fiscalización.

El ente agraciado por tal investigación fue precisamente la RTVA y sus canales de radio y TV, Canal Sur, y su informe que se englobó en otro general sobre la Junta de Andalucía y las empresas públicas. Su resultado, incluso maquillado, resultó ser un gran escándalo político, escándalo previamente destapado singularmente por los periódicos Diario 16 y ABC: un "despilfarro delirante", como tituló uno de ellos los reportajes que llevaron a la dimisión de la cúpula de la RTVA.

El Consejero Mayor de la Cámara de Cuentas, que no era ni del PP ni de los inexistentes Cs y Vox sino el socialista José Cabrera Bazán, detectó lagunas en materia económica-financiera, presupuestaria y contable y confirmó que la RTVA presentó programas de actuación, inversión y financiación sin cumplir la Ley General de Haciendas Públicas.

La Cámara de Cuentas observó ya entonces que Canal Sur cayó en los mismos vicios que el Servicio Andaluz de Salud al no justificar suficientemente la utilización de los procedimientos excepcionales de la adjudicación de contratos. No cumplía ni sus propias normas ni justificaba contratos desventajosos para la empresa pública. Ni siquiera constaba un seguimiento de las condiciones que se pagaban con los contratados o contratistas.

El colmo consistió en subrayar que "determinado equipamiento de la RTVA fue adquirido por la Junta de Andalucía sin que se encuentre formalmente adscrito a esta empresa, lo que supone una importante irregularidad".

Igualmente, en aquella primera auditoría de oficio se recogió la existencia de trabajadores contratados inadecuadamente y la inexistencia de "garantías suficientes de que el personal contratado temporalmente haya superado pruebas que se ajusten a la filosofía de las pruebas de acceso del personal fijo, tal y como se especificaba en la normativa interna".

Entre tanto, y para servir de ejemplo, anotemos que en 2008, el Supremo desestimó los recursos de la RTVA y Canal Sur Radio y Televisión y dictó definitivamente que la RTVA violó los principios de mérito y capacidad en unas oposiciones del año 2000, oposiciones que quedaron anuladas.

En la sentencia, el Supremo decidió, sin posibilidad de recurso, que las oposiciones del año 2000 por las que la dirección socialista de la RTVA pretendía dejar fijos a más de 200 trabajadores eran ilegales, vulneraban el principio de igualdad y restringían indebidamente los derechos de todos los ciudadanos andaluces cualificados a estar presentes y participar en las mismas.

El Tribunal Supremo ya sentenció que la RTVA y sus sociedades filiales (Canal Sur Televisión y Canal Sur Radio) "violaron los principios de igualdad, mérito y capacidad que deben regir el acceso a la función pública… que obliga a las entidades públicas empresariales a seleccionar el personal laboral a su servicio, mediante convocatoria pública basada en los principios antes citados", según informó entonces la Asociación de Licenciados de Imagen y Sonido de Andalucía, impulsora de su recurso.

En 2010, hubo una auditoría de la Cámara de Cuentas sobre Canal Sur Radio y su informe fue demoledor: "Los contratos que la empresa celebra con los colaboradores cuentan con varias irregularidades. De los numerosos colaboradores que de forma continuada en el tiempo prestan sus servicios en la empresa, sólo cuatro de ellos cuentan con contrato formalizado, encontrándose expresamente prohibida la contratación verbal en el sector público".

Respecto a la adjudicación de los contratos, ni se acreditaba el respeto a los principios de publicidad y concurrencia y se carecía de parte de la documentación exigida para la preparación de los mismos, no existiendo en éstos documentación justificativa de la solvencia económica ni la capacidad técnica del adjudicatario del contrato". (50-51)

Por si fuera poco, en su punto 81, se dice: "En octubre de 2008, Canal Sur Radio recibió una Encomienda de Gestión de la Consejería de Gobernación NO justificando la empresa el coste efectivo de la prestación del servicio encomendado, vulnerando lo establecido en el artículo 25.6 de la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para el ejercicio 2008". (54 a 56)

Además, había trabajadores en la empresa que seguían teniendo la consideración de "trabajadores temporales, a pesar de que superan el período establecido en el artículo 15 del Estatuto de los trabajadores para la adquisición de la condición de trabajadores fijos". (59-60)

Para colmo, ni siquiera los directivos de Canal Sur conocen la contabilidad habitual. CSR se financia mediante las aportaciones para compensación de pérdidas que realiza su único accionista, la RTVA. Dichas aportaciones deben ser contabilizadas en el epígrafe "otras aportaciones de socios" de los Fondos Propios y no como ingresos en la Cuenta de Pérdidas y Ganancias. (68 a 75). O sea.

En otra auditoría sobre el Ente realizada por la misma Cámara de Cuentas en 2012, se exponen las siguientes conclusiones: "En los 15 expedientes de personal directivo (un muestreo) que se han analizado no consta documentación que pueda acreditar que la selección se haya realizado mediante procedimientos que garanticen la publicidad y concurrencia, tal como establecen el art. 70.2 de la LAJA y el art. 13.2 de la Ley 7/2007, del Estatuto Básico del Empleado Público. Tampoco se ha podido determinar si su provisión se ha realizado atendiendo a los principios de mérito, capacidad e idoneidad".

La Mesa de Contratación, dominada totalmente por UGT, CCOO y la dirección de la empresa, mantenía unas Bolsas de Trabajo en la que se encuadraban los temporales con meses de experiencia, los opositores, que no habiendo obtenido plaza en cada proceso de oposición, habrían alcanzado una puntuación meritoria en el mismo, así como los que superaron diferentes pruebas de selección. Pero la conclusión de la auditoría de la Cámara fue que, por ejemplo, en caso de los contratados por obra y servicio, en un 70% lo fueron al margen de las Bolsas de Trabajo y no temporalmente, sino en calidad de fijos, habiendo empleados eventuales con más de cinco años de temporalidad.

El origen del cuento de la RTVA

Como es de sobra conocido, la RTVA fue diseñada por el PSOE de Andalucía en tiempos de José Rodríguez de la Borbolla, para utilizarla como instrumento de propaganda y hacer de un gobierno un régimen, cosa que consiguió. Su influencia fue creciendo de manera notoria, sobre todo en las zonas rurales, pero ahora se encuentra en sus horas más bajas.

La antes oposición, y ahora gobierno, no ha tocado bola en 30 años ni en la radio ni la tele pública desde su fundación. La nueva ley de la RTVA quiso apuntalar de nuevo al régimen aunque los vehículos del poder de este trocito de la "tela de araña" socialista en Andalucía han sido varios desde el principio:

a) El nombramiento de los directores de la RTVA y de Canal Sur TV y radio, que siempre han sido militantes o simpatizantes del PSOE con una sola excepción histórica en tiempos de la "pinza" PP-IU, en que lo fue un hombre más próximo al centrismo político, José Siles. Los escándalos económicos terminaron con el mandato de algunos de ellos. Por ejemplo, los dos primeros directores de la RTVA y Canal Sur tuvieron que dimitir tras la publicación de los precios de los programas y los beneficios de los presentadores y productoras afines al régimen socialista.

b) El control férreo de los concursos-oposiciones, no siempre legales, ha hecho posible, como todo el mundo de Canal Sur sabe y calla de manera vergonzante, que un gran grupo de los empleados de la cadena sean simpatizantes de la izquierda en general y, dentro de ellos, los familiares y amigos de los políticos socialistas son legión.

Por poner algunos ejemplos, los ex presidentes de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, José María Rodríguez de la Borbolla y Manuel Chaves, así como otros personajes de rango inferior han tenido o tienen intereses personales en Canal Sur. Muchos políticos socialistas conocidos como Pepe Caballos, Javier Torres Vela, José Miguel Salinas o Alfredo Sánchez Monteseirín y otros menos conocidos tienen familiares en su plantilla.

c) La estructuración de unas productoras afines al régimen socialista, las "pata negra", que han libado del presupuesto de la RTVA para servicio y, a veces, ayuda pura y dura al PSOE y sus designios políticos. Todavía se estremecen los partidarios de la libertad al recordar guiones de la serie Arrayán en el que el guionista parecía ser Gaspar Zarrías (memoria histórica y otras lindezas aparecían sistemáticamente en la serie).

Dicho de otro modo, ex presidentes, ex vicepresidentes, ex consejeros y ex altos cargos de la RTVA han tenido o tienen intereses en las productoras principales. Amigos íntimos de Chaves, de Felipe González, familiares de unos y de otros políticos del PSOE están dentro de tales productoras.

El saqueo del dinero público ha sido escandaloso. Tanto, que, como hemos anticipado, forzó a los dos primeros responsables a dimitir.

d) La colocación de hombres clave del socialismo andaluz o servidores del mismo en las negociaciones sobre películas, derechos de transmisión, compra de patentes, etc...

e) Con algunas notables excepciones como fue el programa de Mariló Montero, la mayoría de los programas parecen dirigidos a componer una visión idílica de una Andalucía atrasada y sectaria. El fútbol, la copla, el corazón, el sentimentalismo barato y el cine de relleno (hay películas del Oeste que creemos no se han visto nunca en pantallas serias), sostuvieron un acriticismo creciente que interesa al régimen. Los informativos, controlados de manera total, propagan las verdades del régimen, impulsan la imagen de sus líderes y marginaron los discursos y las imágenes de los líderes de la oposición. Datos hay a miles.

f) El silencio cómplice de muchos profesionales que, sabiendo como saben que el pluralismo ha sido inexistente y que la oposición apenas existe en Canal Sur, callan por miedo a un régimen donde funciona perfectamente el dicho guerrista de que quien se mueve no sale en la foto, esto es, ni participa en los programas, ni puede formar una productora ni ser guionista de ninguna de las afines al régimen. Ni siquiera, aun siendo trabajador de Canal Sur, puede mejorar según sus méritos y cualidades porque el tapón del régimen ha sido total.

La selección de comentaristas en la radio y tertulianos en la televisión, por ejemplo, ha sido todo un dechado de partidismo y sectarismo desde 1990. De hecho, se daba secciones fijas a los periodistas del régimen, alguno de los cuales tiene a toda su familia colocada en diversos tinglados controlados por el PSOE.

Los "hombres de negro", el cambio y la verdad

Desde hace 30 años, ni los trabajadores honrados, que los hay en la RTVA y que ganaron su plazas por las pocas oposiciones limpias que hubo, ni los aspirantes del exterior que, formados en las Universidades andaluzas, en Escuelas especializadas o de Formación Profesional, han podido derribar el tapón impuesto desde el primer momento en la RTVA por quienes se apropiaron de una entidad de los andaluces, cuya finalidad es prestar un servicio con dinero público pero que se puso al servicio del Partido Socialista andaluz y sus correligionarios.

Actualmente, la Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía cuenta con alrededor de 1.500 trabajadores de los que no todos son fijos (muchos de estos fijos lo han sido sin aprobar oposición alguna). Es precisamente en este colectivo donde se produce la mayor inquietud acerca de la estabilidad de sus actuales empleos a los que accedieron, los menos, por las Bolsas de Trabajo y los más, por decisiones a dedo de los gerifaltes de la cadena.

El pasado mes de diciembre se conoció que la RTVA tenía en plantilla a 1.462 trabajadores, en cuyo pago de salarios y pluses gastaba 87,1 millones de euros. El grupo Mediaset, con Telecinco al frente, contaba con 1.275 trabajadores y Atresmedia, que reúne a La Sexta y Antena 3, albergaba a 2.022 empleados. Esto supone que la televisión pública de Andalucía tiene 187 trabajadores más que todo Mediaset. Pero, evidentemente, los resultados de presencia y de cuotas de pantalla son muy inferiores. Ya se ven poco hasta los Carnavales de Cádiz.

Que Andalucía y toda España, porque el dinero público es del público y el público en España somos todos los españoles vivamos donde vivamos y hayamos nacido donde hayamos nacido, necesitan conocer qué ha ocurrido de verdad en Canal Sur desde 1989 es totalmente necesario, no sólo ya por erradicar las mentiras institucionales, sino para proceder a un cambio que la convierta en lo que nunca ha sido: en una televisión de calidad e independiente para toda Andalucía y no sólo para la red clientelar socialistas, ugetistas o amiguetes de la supuesta izquierda que defiende la igualdad.

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