La portavoz adjunta del grupo morado en el Congreso de los Diputados, Ione Belarra, ha puesto en pie de guerra al sector agroalimentario murciano con unas declaraciones alarmistas en las que acusa a los productores de hortalizas de vender productos contaminados con metales pesados.
Belarra, diputada por Navarra, hizo estas declaraciones durante su visita el pasado fin de semana al Llano del Beal, una antigua zona minera próxima a Cartagena, donde los vecinos denuncian estar padeciendo determinadas dolencias a causa de la deficiente limpieza del área tras el cierre de las minas.
La segunda de Irene Montero en el Congreso hizo unas declaraciones públicas, difundidas inmediatamente en las redes sociales, en las que denunció que la contaminación por metales llega al Mar Menor a causa de las ramblas. Pero como el contenido alarmista de ese mensaje le pareció demasiado liviano, continuó asegurando que "los metales están también en nuestros platos, porque a través de la huerta murciana estamos comiendo metales pesados".
La afirmación, carente de base científica, ha soliviantado a los agricultores del Campo de Cartagena, la zona con el sector agroalimentario más potente del Levante español, cuya producción va casi en su totalidad destinada a la exportación al norte y centro de Europa por su elevada calidad.
No hay ningún estudio que, ni de lejos, asegure siquiera como hipótesis lo que denunció alegremente la portavoza podemita. Tan es así que su compañero de partido y diputado por Murcia, Javier Sánchez, se vio obligado a salir a la palestra, aunque en realidad solo matizó ligeramente la barbaridad pronunciada por su compañera. Según el podemita murciano Belarra no se refería a la agricultura de Cartagena sino a la regional, de manera que la denuncia, según también este diputado, sigue vigente solo que con un espectro aún más amplio en el ámbito territorial.