Menú

1-O: los antidisturbios de los Mossos sólo actuaron en Vila-roja, el bastión español en Gerona

El referéndum ilegal al revés: un inspector de la Policía recordó en la última sesión en el Supremo una revuelta vecinal contra el separatismo.

El referéndum ilegal al revés: un inspector de la Policía recordó en la última sesión en el Supremo una revuelta vecinal contra el separatismo.
La entrada a Vila-roja lucía así aquellos días de octubre de 2017. | Archivo

El barrio de Vila-roja es una excepción en Gerona y casi en Cataluña. Los partidos constitucionalistas arrasan en todas las convocatorias electorales, a la inversa de lo que ocurre en la ciudad y en las localidades próximas. Las banderas de España que adornan sus calles están ya desteñidas por el efecto del sol y la lluvia, pero muestran a las claras el sentimiento dominante en esa especie de pequeña aldea gala rodeada de campamentos romanos.

Vila-roja ha vuelto a ser noticia, si bien fugaz. El nombre del barrio casi pasó desapercibido en la testifical del inspector de la Policía Nacional que se encargó de dirigir las operaciones en varios centros de votación de Gerona. Además de las habituales escenas de tensión, las macetas volando y las típicas muestras de "pacifismo" separatista en los centros electorales, el inspector refirió que en el Colegio de Vila-roja pudo comprobar que los antidisturbios de los Mossos existen y no son una leyenda urbana.

Veinte contra cincuenta

El 1-O comenzó movido en el humilde barrio, donde la mayor parte de la gente tiene raíces andaluzas, extremeñas, murcianas, de media España; un núcleo de población separado de Gerona y al que las administraciones siempre han dado la espalda.

Según las crónicas de la prensa local, alrededor de veinte vecinos, algunos de ellos de etnia gitana, se personaron en el centro electoral, tomaron la urna y la lanzaron a la calle. En el Diari de Girona se informó de una "agresión en grupo" al medio de centenar de voluntarios del referéndum llegados de otras zonas de la ciudad. Lamentaba la nota que al no haber más que una pareja de los Mossos d'Esquadra a la puerta del colegio (los ya célebres binomios) no se pudo evitar la irrupción y que los voluntarios tuvieron que esconderse en dependencias escolares para evitar las iras de los vecinos. En un vídeo grabado por un ciudadano y difundido en Twitter por el citado medio se aprecia a los vecinos animando a la Policía Nacional y pegando voces contra los Mossos.

Dados los encorsetados interrogatorios de las acusaciones, no se aclaró qué cuerpo policial llegó primero al lugar de la revuelta, si los Mossos o la Policía Nacional. En los textos de aquellos días se da por seguro que los primeros en personarse fueron los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) escoltando a la policía judicial. Y que acto seguido aparecieron miembros de un destacamento del Área Regional de Recursos Operativos (Arro) de los Mossos, que junto con la Brigada Móvil (Brimo) son los antidisturbios de la policía regional.

Vivas a "los nacionales"

Según el inspector de Cuerpo Nacional de Policía (CNP), esta fue la única actuación de los antidisturbios de los Mossos relacionada con el referéndum durante todo el 1-O. La situación fue tensa, pero no hubo que lamentar el uso de la fuerza por ningún lado. Los vecinos llamaban "perros de escuadra" a los Mossos y daban vivas a "los nacionales", que evitaron confraternizar con el vecindario.

Los agentes no sabían ni lo que les esperaba después en otros colegios ni que estuvieran ante una auténtica excepción, un barrio que se negó a que el supremacismo celebrara el 1-O en su colegio como si ese día Vila-roja sí fuera un barrio de Gerona.

Temas

En España

    0
    comentarios