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Sánchez se esconde en TVE y pincha en Ferraz pero el PSOE se consuela: "Sale ileso"

Huyó de los temas espinosos, indultos y pactos, y fue el único que no compareció posteriormente ante la prensa. Lo hizo en una desolada sede.

"Por lo menos no hemos perdido", decía un cargo del partido con media sonrisa el cruzarse con periodistas en los pasillos de Ferraz. La misma media sonrisa con la que aparecía el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, en una instantánea filtrada por el PSOE. Igual de sintomático el desolador panorama de la sede socialista al que acudían apenas un centenar de militantes, recluidos en la sala Ramón Rubial de la planta baja de Ferraz y a la que el candidato socialista acudía al término del debate para marcarse un mitin improvisado:

"Gracias por seguir el debate desde la sede. Yo estoy muy contento con el debate. Claramente no tienen proyecto de país, se ha visto al PSOE con ánimo y ofreciendo una propuesta de futuro. Hemos cumplido. Nos quedan muy pocos días para que los españoles voten. Esto cada día pinta mejor, pero eso no significa que tengamos que relajarnos. En los últimos metros es cuando tenemos que apretar y convencer a los indecisos de que la única respuesta cabal, moderada y sensata que tiene este país es la del partido socialista".

Los aplausos y vítores se apagaron pronto mientras algunos recordaban cómo hace cuatro años los militantes ocupaban toda la planta baja de Ferraz, 70. Un extraño contraste en tiempos del 22% de voto frente al 30% que le otorgan ahora los sondeos al PSOE. Un pinchazo posterior a un debate electoral en el que Pedro Sánchez no aparece como ganador ni en su propio partido.

"Sale de pie, ileso, vivo", explicaba a LD un alto responsable de la estrategia de campaña que se preguntaba: "¿Han ganado los que querían el debate? No. Necesitaban el debate para remontar y no lo han conseguido. El debate les ha jodido". Y entrando en matices: "En el bloque de la derecha, Rivera se ha comido a Casado, que ha desaparecido en mitad del debate".

Los estrategas socialistas obviaban el hecho de que el escapismo de Sánchez durante el debate, esquivando las dos cuestiones cruciales de los indultos y los pactos postelectorales, se produjo también al termino del debate en las comparecencias posteriores. Sánchez fue el único que no valoró su intervención ante los medios de comunicación. En su lugar, José Luis Ábalos, director de su campaña, se colocó frente al atril y concedió un mitin que excedió con mucho los 40 segundos de rigor que ofrecieron Casado, Rivera e Iglesias.

Pero el objetivo está cumplido: "Estrategia defensiva de riesgo cero para evitar pisar charcos". Sánchez sale vivo y acudirá este martes al debate de Atresmedia con la misma estrategia: quien evita la ocasión, evita el peligro. El único temor del PSOE: "Que no pueden presentarse mañana a hacer el mismo debate, van a innovar". Y esto, a juicio de los estrategas socialistas, significa provocar para sacar de quicio a un Pedro Sánchez que hoy se ha puesto de perfil mientras era acorralado por sus contrincantes de la derecha. Pero el consuelo de Ferraz es que no comete errores de bulto que le puedan bajar de su holgado 30% demoscópico.

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