El Partido Popular ha desaparecido del País Vasco. La formación de Pablo Casado ha perdido los dos escaños que había conseguido en las elecciones de junio de 2006. El de Vizcaya no tuvo opción a revalidarlo en ningún momento de la noche. El de Álava lo ha perdido en una enconada disputada con EH Bildu, que consiguió arrebatárselo por apenas un puñado de votos. En total, los populares se han dejado casi 7 puntos porcentuales de votos.
En el recuento general, el PNV fue la formación política más votada en la región, recuperando el puesto que en las últimas elecciones le había arrebatado Podemos. En total ha conseguido el 31,11 por ciento de los votos y seis parlamentarios, uno más que en 2016. Los socialistas han sido el segundo partido más votado, con el 19,93 por ciento de los sufragios, uno más que en los últimos comicios, donde se quedaron con tres.
Podemos, que había sido la sorpresa del 26-J en el País Vasco, ha sido la tercera fuerza política con el 17,5 por ciento, doce puntos porcentuales menos que en las anteriores elecciones. Esto supone que pierde dos de los seis diputados que consiguió entonces, quedándose con cuatro. Por su parte, los batasunos de EH Bildu consiguen cuatro escaños, el doble que en las últimas elecciones, al beneficiarse de la división del voto en tres candidaturas del centro-derecha constitucionalista.
En lo que al reparto territorial se refiere, el PNV es el claro vencedor en Vizcaya, donde se hace con tres escaños, uno más que en las últimas elecciones. El PSOE se convierte en la segunda fuerza al conseguir dos escaños, uno más que en 2016. Podemos se conforma también con dos escaños, después de que el 26-J fuera la fuerza más votada y consiguiese 3 escaños. EH Bildu, mantiene el escaño que obtuvo hace tres años. El PP pierde el que tenía.
En Guipúzcoa, el PNV vuelve a recuperar la primera posición, aunque mantiene los dos escaños que tenía. Mismo número de escaños obtiene EH Bildu, que gana uno respeto a la anterior cita electoral. Los socialistas mantienen el escaño que tenía por este territorio, mientras que Podemos, que había sido el partido más votado en 2016 reduce su peso electoral hasta la cuarta posición, quedándose con un parlamentario (hasta ahora tenía dos).
En Álava, reparto salomónico de escaños. PNV, PSOE, Podemos y EH Bildu obtienen un escaño cada uno. La coalición que integra a Sortu, la nueva marca de Batasuna-ETA, consiguió el suyo por apenas 500 votos de diferencia sobre el Partido Popular.