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El Papa y Luis Portillo animan la campaña electoral en Andalucía

Uno, porque es parte de una promesa electoral. El otro, porque es parte de un oscuro entramado de intereses relacionados con el PSOE.

Transcurría la campaña de las elecciones municipales sin pena ni gloria –lo pequeño podrá ser hermoso, pero es pequeño–, hasta que el Papa y el empresario Luis Portillo han saltado al referente electoral. Uno, porque es parte de una promesa electoral. El otro, porque es parte de un oscuro entramado de intereses relacionados con el PSOE.

No se recuerda otra más sonada en unas elecciones municipales. Que un candidato a la alcaldía de una capital, Sevilla, prometa que si gana traerá al papa Francisco a la ciudad es de nota. Pero es más que eso porque el que ha mencionado el nombre del máximo jerarca católico ha sido el socialista Juan Espada, íntimo de Susana Díaz y hombre de aparato desde muy joven.

Todos los medios de comunicación, hablados, escritos y digitales, se han hecho eco de la insólita propuesta que, como alguno recuerda, de haberla hecho un candidato del PP habría sido considerado una antigualla democristiana e incluso un uso irreverente de la religión que tanto pesa en Sevilla.

Pero Juan Espada, que dicen es católico, no ha tenido el menor empacho en sacarse a Francisco de la faltriquera electoral y asestarle un derechazo a la mandíbula del PP sevillano. Es remate de cuatro años en los que el PSOE ha ido creciendo y creciendo y ahora se encuentra a tiro de piedra de una mayoría absoluta que no esperaba nadie. De hecho, si extrapolamos las elecciones generales pasadas, Espadas conseguía el mismo número de concejales que en 2015. Pero eso ha cambiado.

Ciertamente, el anuncio pontifical lo hizo en un programa cómico-deportivo de la Cadena SER, pero fue así: "Después de traer a Obama a la ciudad durante la celebración de la WTT, de cara a los próximos años ¿a quién le gustaría traer a Sevilla?". "Voy a dar una primicia: al Papa". Naturalmente, el candidato del PP, Beltrán Pérez, que sólo promete llevar el Metro al barrio de Sevilla Este, uno de los más alejados del centro urbano, se ha quedado pasmado.

El otro sorpresón de la campaña ha sido el conocimiento de unas declaraciones del comisario José Manuel Villarejo, jubilado ahora pero que no hacía ascos cuando estaba en activo a investigar a personajes por encargo. Uno de ellos fue el empresario de Dos Hermanas, feudo del sanchismo andaluz, Luis Portillo. Del hecho se ha informado en uno de sus terminales habituales, Moncloa.com.

Libertad Digital lleva informando muchos años sobre este curioso personaje sevillano que pasó de pequeño suministrador de la Expo 92 vía su empresa ExpoAn a disponer de una gran fortuna, a sufrir los efectos de la crisis inmobiliaria pasando a deber decenas de millones al BBVA, que fue quien encargó el informe al polémico Comisario.

Según lo investigado por Villarejo, Luis Portillo era una especie de "testaferro de la Junta de Andalucía". El banco quería recuperar el dinero que le debía Inmobiliaria Colonial suponiendo que ocultaba bienes. Villarejo destacó las conexiones de Portillo "con los socialistas andaluces".

Es más, en grabaciones de 2009, deja caer que su protector dentro del PSOE era ya entonces el actual alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, que, tras la crisis entre Manuel Chaves y José Antonio Griñán, pasó a enfrentarse a éste y a la pupila de éste, Susana Díaz y finalmente a convertirse en el adalid de Pedro Sánchez.

José Enrique Rosendo, ya fallecido, pero uno de los empresarios imputados en la pieza del caso ERE relacionada con El Pedroso y la Sierra Norte sevillana, escribió que Portillo se convirtió "en una rutilante estrella que se abraza a Manuel Chaves para demostrar que Andalucía tiene buenos empresarios, y que presenta al candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, en un acto público en el Club Antares para estupefacción del candidato popular, el buenazo de Zoido".

Es más, relacionaba a Luis Portillo con el "laboratorio particular de hacedor de empresarios ladrilleros de las cajas de ahorros andaluzas, y en particular de El Monte", antes de que el intento de hacer una Caixa andaluza terminara dejando todas las cajas menos Unicaja, en manos de la Caica catalana original.

La Operación Nochebuena

En la mañana del sábado 22 de diciembre de 2007, los presidentes de las entidades de ahorro andaluzas fueron contactados por responsables de la Junta de Andalucía para asistir a una reunión en Sevilla, en la cual se iba a tratar la situación crítica de Colonial, la empresa de Portillo, y la forma de ayudar a la inmobiliaria a salir del bache, operación que contaba con el respaldo del Gobierno y de David Taguas.

Taguas había sido subdirector del Servicio de Estudios del BBVA, puesto que ocupó hasta 2006 y el 6 de noviembre de ese año fue designado director de la Oficina Económica del Presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, con rango de Secretario de Estado, en sustitución de Miguel Sebastián. En mayo de 2008, fue nombrado presidente de Seopan (Sociedad de Empresas de Obras Públicas de Ámbito Nacional), el lobby de las grandes empresas constructoras.

Pero los distintos responsables de Cajas, con excepción de Antonio Pulido, hombre de confianza de Manuel Chaves, entonces presidente ejecutivo de Cajasol (resultado de la fusión de Caja San Fernando y El Monte, trataron de escurrir el bulto.

La reunión en cuestión se celebró, en efecto y así lo contó El Confidencial, en la mañana del 24 de diciembre de 2007. Allí estuvieron el alcalde socialista de Dos Hermanas desde 1983 y entonces presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Francisco Toscano Sánchez, amigo íntimo y responsable en gran medida de la deslumbrante irrupción inicial de Portillo en el mundo del ladrillo. Toscano, su esposa y sus familiares forman el Clan Toscano del socialismo sevillano.

Junto a Toscano, se sentaba el actualmente procesado en el caso ERE José Antonio Viera Chacón, exdelegado del Gobierno en Andalucía, exconsejero de la Junta y entonces secretario provincial del PSOE de Sevilla. A los reunidos se les explicó que el plan consistía en sostener la cotización de Colonial en Bolsa mediante la aportación de 100 millones de euros que serían proporcionados de forma alícuota por las Cajas. Además, se les informó de que aquella misma mañana, y a la misma hora, el propio Luis Portillo estaba reunido con David Taguas en la Moncloa.

Sin embargo, la ausencia de las primeras figuras de las Cajas andaluzas todavía existentes, impidieron que se consumara un impuestazo interno para privilegiar a la empresa de Portillo e impedir su hundimiento en la Bolsa.

Libertad Digital se formuló así algunas preguntas: "La cuestión es por qué, para qué, cómo y con qué fines se está gestionando el dinero de las Cajas de Ahorros de Andalucía. ¿Cómo es que fragua una reunión desde la Junta de Andalucía para salvar los dineros de un empresario privado como Luis Portillo? ¿Qué intereses laten tras todo este entramado de empresas participadas por las Cajas de Ahorros? Efectivamente, y como hoy afirma el Partido Popular, es preciso una comisión de investigación sobre las Cajas de Ahorros en Andalucía".

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