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Meritxell Batet se estrena en el Congreso retrasando al máximo la suspensión de los presos golpistas

La decisión se pospone hasta después de las elecciones del 26-M. El Gobierno anticipa que habrá suspensión pero dice no tener prisa.

La decisión se pospone hasta después de las elecciones del 26-M. El Gobierno anticipa que habrá suspensión pero dice no tener prisa.
Josep Rull y Meritxell Batet se saludan en el Congreso | EFE

Una buena metáfora de lo que será esta decimotercera legislatura. Circo parlamentario, de un lado, con algaradas, pataletas y subterfugios legales; y mayorías simples, por otro, que ahondarán en la extrema debilidad de un Gobierno en busca de supervivencia. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, fue elegida este martes presidenta del congreso con 175 diputados, los votos de PSOE, Podemos, PNV, Compromís, CC y Partido Regionalista Cántabro y sin el apoyo de los independentistas.

Un aviso de los separatistas a Pedro Sánchez de cara a la investidura prevista en el mes de julio y a una legislatura que anticipa curvas en el camino de la gobernabilidad y en el que los paneles de votación del Congreso obligarán a repetir las votaciones a la espera de que que la luz verde se obtenga en segunda vuelta, a falta de un escaño para la mayoría absoluta.

El escaño 176 podría estar en el bloque de los secesionistas de ERC y Juntos por Cataluña. Dos formaciones a las que el presidente del Gobierno ha querido mandar un mensaje de mano tendida con la elección de dos diputados catalanes, del PSC, para Congreso y Senado. Dos perfiles que este martes Pedro Sánchez definió como "catalanes al servicio de España y españoles al servicio de Cataluña" y con los que manda un gesto "conciliador y de reconstrucción de los puentes de diálogo" pese al veto de ERC y Junts a Miquel Iceta, la semana pasada en el Parlamento de Cataluña.

Pero hay más gestos de mano tendida y el segundo es en relación a la suspensión de la condición de parlamentarios de los cinco presos golpistas que no será ni mucho menos inminente. Según avanzaron fuentes parlamentarias a Libertad Digital, la nueva presidenta, Meritxell Batet, no convocará aún a la Mesa del Congreso que tendrá que tomar la pertinente decisión. El objetivo es posponer la decisión hasta después de las elecciones municipales, autonómicas y europeas de este domingo 26 de mayo.

Un nuevo guiño al sector separatista catalán porque el aplazamiento de esta decisión manda el mensaje de que no hay urgencia en aplicar el criterio del Tribunal Supremo en la suspensión de los diputados presos. Ni es urgente ni es prioritario, como dejó claro la propia Batet en comparecencia al término de la sesión del Congreso en la que explicó que la primera reunión de la Mesa, aún sin convocar, será para cuestiones "logísticas y organizativas" pero no abordará, en principio, la cuestión de los presos.

"No hay prisa", dicen fuentes parlamentarias a tenor de que todavía no hay siquiera hora concreta para el despacho que ha de mantener este miércoles la nueva presidenta del Congreso con el rey Felipe VI en Zarzuela y tras la cual podría celebrar una primera "toma de contacto" del órgano rector de la cámara.

Otras fuentes parlamentarias informan a LD de que será después del 26-M cuando se trate la decisión del órgano colegiado demorando al máximo la toma en consideración de esa suspensión a través de la solicitud de un informe jurídico a los letrados de la cámara baja. Como pronto, "la decisión podría ver la luz dentro de una semana", explican estas fuentes rebajando esa expectativa pues las reuniones de la Mesa se mezclarán con las constituciones de los Ayuntamientos y Comunidades Autonómas a lo largo del mes de junio.

Sea como fuere, la forma no restará contundencia al fondo según fuentes gubernamentales, que avanzan la suspensión de condición de parlamentarios a los cinco presos golpistas. Decisión que también avanzó este martes la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, al asegurar que "la suspensión de los políticos presos es obvia en el reglamento del Congreso". La número dos del Ejecutivo argumentó que "la prisión preventiva les imposibilita ejercer su cargo".

Sin embargo, tal parece que el Ejecutivo vuelva a ejecutar su habitual reparto de papeles, poli bueno, poli malo, entre Batet y Calvo. Muestran contundencia mientras lanzan un guiño a los separatistas; anuncian la suspensión de los presos, pero posponen la decisión para dejar bien claro a sus potenciales socios de legislatura que no tienen prisa por aplicar la Ley pero tampoco alternativa.

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