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Las "alcaldías del cambio" que Podemos ve peligrar el 26-M

El partido de Pablo Iglesias aspira a mantener el mayor poder local posible para utilizarlo como baza negociadora con Pedro Sánchez.

El partido de Pablo Iglesias aspira a mantener el mayor poder local posible para utilizarlo como baza negociadora con Pedro Sánchez.
Manuela Carmena en la jornada de reflexión | Europa Press

El 26-M Podemos se lo juega todo a una carta. Para la formación de Pablo Iglesias es imprescindible ser determinante en las elecciones autonómicas y municipales de este domingo ya que de ello dependerá su posible entrada en el gobierno de Pedro Sánchez. En el partido morado esperan los resultados para saber con qué pueden negociar y hasta dónde pueden pedir al Partido Socialista.

Sin embargo, no será nada fácil. Han pasado cuatro años desde que entraran arrasando en varias alcaldías. "Los ayuntamientos del cambio", los llamaron. En Madrid, Cádiz, Zaragoza y Barcelona lograron gobernar. En Valencia, ayudaron a Compromis a derrotar al Partido Popular. Ahora, la situación es bien distinta y Podemos puede ver peligrar todo lo logrado aquel 2015.

Cádiz, a regañadientes

El único feudo que la formación de Pablo Iglesias parece tener más seguro que el resto es Cádiz aunque mucho han cambiado las cosas desde que José María González, alias Kichi, se presentara por primera vez a la alcaldía en el año 2015. Para empezar, la marca con la que concurre esta vez es diferente. Ahora, en la plataforma Adelante Cádiz se incluye a Izquierda Unida que en las anteriores elecciones se presentaba en solitario.

Sin embargo, la marca Podemos se ha visto tan mermada en esta campaña como la relación que mantienen Kichi y Pablo Iglesias desde que el alcalde de Cádiz, del sector anticapitalista, se mostrara contrario a la decisión de Iglesias y Montero de comprarse el chalet de Galapagar. Del morado se ha pasado al verde actual de Adelante Cádiz y no ha habido ni rastro del líder de Podemos en la campaña electoral. Todas las encuestas dan como vencedor en los comicios del domingo a Kichi, aunque eso sí, deberá contar con apoyo externo porque los sondeos le otorgan mayoría simple.

Madrid, perdida antes de las elecciones

El caso de Madrid es sintomático del desgaste que ha sufrido la formación morada durante los últimos meses. Fue en enero cuando Íñigo Errejón decidió unirse a Manuela Carmena en su plataforma Más Madrid dejando a un lado a Podemos. Su marcha pilló a Iglesias en plena baja de paternidad, que tuvo que interrumpir momentáneamente para que la hecatombe que provocó en el partido la salida de Errejón no fuera a más.

Así, Podemos ha decidido no presentarse a las elecciones municipales de Madrid. Sí lo ha hecho para las autonómicas con su propia marca. Su candidata, Isa Serra, deberá batirse con Íñigo Errejón al que favorecen más las encuestas. No obstante, en cabeza se sitúa el Partido Socialista que, si se cumplen los pronósticos de los sondeos, necesitará tanto de Más Madrid como de Podemos para gobernar haciendo que ambas formaciones estén condenadas a entenderse por muchas diferencias que haya entre ellas.

Barcelona y Ada Colau

Perdida la baza de Manuela Carmena, Pablo Iglesias ha decidido durante esta campaña echar el resto con la alcaldesa de Barcelona aunque la relación entre Podemos y Barcelona en Común también sufre altibajos. El líder de la formación morada ha acudido en dos ocasiones a la ciudad condal con el propósito de dar a Ada Colau el impulso necesario para que sea primera fuerza y revalide la alcaldía.

No es tarea fácil. En los sondeos, Esquerra Republicana supera a los de Colau aunque el CIS sí da la victoria por la mínima a Barcelona en Común. En este caso, si quiere seguir siendo alcaldesa Colau tendría que recomponer relaciones con Jaume Collboni, del PSC, con el que rompió su acuerdo de gobierno en 2017.

Valencia, el espejo en el que mirarse

Una vez pasadas las elecciones generales, Podemos ha visto cómo la Comunidad Valenciana puede ser clave para lograr sus pretensiones. Hasta el 28 de abril, la formación de Pablo Iglesias tan solo prestaba apoyo programático al Gobierno de PSOE y Compromís pero ahora Ximo Puig ha abierto la puerta a que la formación morada entre en el ejecutivo.

Esa negociación, sin embargo, no comenzará hasta que pasen las elecciones de este domingo donde Podemos espera seguir teniendo la fuerza necesaria para ser la muleta de Joan Ribó, de Compromís. El CIS augura que se repetirá el pacto entre Compromís, socialistas y morados.

Zaragoza, nada que hacer

En la capital aragonesa han cambiado mucho las cosas desde que en 2015 Pedro Santisteve consiguiera la alcaldía por Zaragoza en Común. Ahora, nadie apuesta por que repita en el cargo. En abril, Podemos rompió con la plataforma de Santisteve tras muchos desencuentros y ahora se presentan a las elecciones por separado. Por un lado, Podemos con EQUO, por el otro Zaragoza en Común, plataforma en la que se incluyen, entre otros, Izquierda Unida y los anticapitalistas.

Sea como sea, el último barómetro del CIS augura que la pugna por la alcaldía de Zaragoza será entre el Partido Popular y el Partido Socialista. Muy igualados en resultado, ambos partidos deberán buscar alianzas para gobernar y es así donde entrará de nuevo en juego Podemos, ofreciéndose a los socialistas para sumar mayoría.

Galicia, los alcaldes de las Mareas

En 2015 irrumpieron con fuerza en Galicia. Santiago de Compostela, La Coruña y Ferrol están gobernadas por plataformas de las que Podemos forma parte. También han tenido sus más y sus menos durante los últimos cuatro años.

Santiago de Compostela es la única ciudad que podrían mantener a tenor de las encuestas. En La Coruña, el Partido Socialista quedaría por encima del actual alcalde, Xulio Ferreiro, mientras que en Ferrol los resultados de los sondeos son tan ajustados que incluso un solo concejal podría hacer que la balanza se inclinara hacia la derecha o hacia la izquierda.

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