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Ada Colau, reelegida alcaldesa de Barcelona con los votos de BComú, PSC y tres de Valls

Valls niega la mano a Torra en una tensa recepción institucional en la Generalidad con bronca en la plaza de San Jaime.

Valls niega la mano a Torra en una tensa recepción institucional en la Generalidad con bronca en la plaza de San Jaime.
Ada Colau, con el bastón de mando tras haber sido reelegida. | EFE

Convulsa constitución del Ayuntamiento de Barcelona. Cientos de independentistas han tomado la plaza para abuchear a las autoridades y concejales no separatistas. Inéditas medidas de seguridad para garantizar el cumplimiento de las instrucciones del Tribunal Supremo respecto al preso Joaquim Forn, exconsejero de Interior y cabeza de lista de Junts per Catalunya (JxCat). El gobierno regional en pleno acudió al consistorio a agasajar a Forn, cuyo nombre fue largamente aplaudido.

Sólo los ediles del grupo de Manuel Valls, del PSC y del PP se limitaron a jurar sus cargos con un juro o prometo. Todos los demás, dijeron asumir el cargo por imperativo legal. En el caso de los concejales separatistas, añadieron que se comprometían "a servir a la ciudadanía de Barcelona y seguir el mandato del pueblo de Cataluña, defender los derechos y libertades y la justicia social del pueblo de Cataluña, así como la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados". En el caso de los comunes, el imperativo legal se adornó con proclamas sobre la justicia social y el feminismo. El juramento más extravagante fue el del edil de ERC Miquel Puig i Raposo, que dijo prometer por el manido imperativo legal y "por los mismos motivos que se tenían que jurar los principales fundamentales del Movimiento".

En votación secreta, Ada Colau obtuvo los 21 votos necesarios. Maragall logró 15, mientras que Bou, que no retiró su candidatura logró 2. Hubo tres votos en blanco, probablemente los de los tres concejales de Ciudadanos insertos en el grupo de Valls.

El desenlace de la votación se saldó con pitos del público separatista contrarrestados por los aplausos de los simpatizantes de Colau presentes en el "Saló de Cent" del Ayuntamiento condal. En el exterior, gritos de "traidora" contra la ya alcaldesa que se podían escuchar perfectamente en la historiada estancia municipal.

El popular Bou reivindica al Rey

Tras la proclamación, se abrió el turno de los cabezas de grupos municipales. De menor a mayor, principió el popular Josep Bou, que lamentó las coletillas en las tomas de posesión de los concejales. También reivindicó la figura del Rey y se comprometió a "normalizar" Barcelona.

Tras Bou intervino Joaquim Forn. Antes de tomar la palabra, gritos de "¡libertad!" desde los bancos de familiares, simpatizantes y altos cargos separatistas. Forn recordó a los "exiliados" y a los compañeros presos. También ha censurado que Colau no haya respetado la lista más votada. "Usted es alcaldesa gracias a los votos de un partido que solo quería evitar un alcalde independentista", afirmó. También atribuyó su nombramiento a los "poderosos" en alusión a la plataforma de Manuel Valls y calificó a Colau de "irresponsable" por no querer reunirse con JxCat, según dijo.

Valls a Forn: "No hay presos políticos"

Acto seguido tomó la palabra Manuel Valls, que reivindicó su trayectoria política y explicó que había prestado sus votos sin condiciones para evitar que Ernest Maragall pusiera la ciudad al servicio de una república ficticia. "En España no hay presos políticos y no hay exiliados" aseguró, lo que provocó abucheos por parte de algunos invitados al punto que la ya alcaldesa tuvo que llamar al orden. También se proclamó de izquierdas y denunció el proyecto separatista. "Barcelona es una capital catalana, una capital española y europea", abundó el exprimer ministro de Francia.

El dirigente socialista Jaume Collboni reivindicó que Barcelona sea cocapital de España, así como su vertiente cultural, literaria e integradora en relación a Hispanoamérica. Solo desde el respeto a las leyes y con vocación de diálogo saldremos adelante", apuntó también Collboni. Respecto a la suma para que Colau haya sido elegida, se preguntó en tono de reproche si es que Torra había ganado las elecciones al "Parlament". Además, agradeció a Valls su generosidad al haber propiciado un acuerdo de gobierno entre los comunes de Colau y los socialistas.

Solidaridad de los comunes con Forn

Por los comunes de Colau intervino Joan Subirats, que comenzó expresando su solidaridad con Forn "por la situación injusta que sufre". "Ha acabado un juicio en el que se ha demostrado que las personas acusadas no hay cometido ningún delito", insistió el representante de los comunes.

Reproches de Maragall

Por su parte, Ernest Maragall arrancó su discurso diciéndole a Colau "lo habéis conseguido" en tono de reproche. "Estamos aquí para construir república, que quede claro, y lo haremos desde donde nos ha tocado, desde la oposición a la que nos ha conducido la extraña pareja, Valls y Collboni, tan curiosa como contradictoria. No nos tiendan la mano, hoy no", aseguró Maragall, que también tuvo palabras para Joaquim Forn. "No seremos aliados dóciles de un supuesto progresismo intocable. Sabremos distinguir los gestos del compromiso, sabremos escuchar el ruido de la ambigüedad calculada" insistió en sus reproches a Colau, socialistas y Valls.

Colau repondrá el lazo amarillo

Cerró la sesión Colau, que afirmó que su apuesta clara era un amplio acuerdo de izquierdas con el PSC y ERC. "Lo hemos intentado y no renunciaremos nunca. Es incomprensible que no hayamos sido capaces de hacerlo", dijo. "Agradezco los votos de Valls, pero no es la forma como hubiéramos querido llegar a la alcaldía", insistió. En cuanto al proceso separatista, manifestó que "no seré alcaldesa independentista ni tampoco alcaldesa antiindependentista". "Tenemos que acabar con los mensajes de las amenazas y el frentismo, tenemos que acabar con la judicialización de la política. Somos muchos, Forn, y no solo los de JxCat y ERC, quienes os queremos libres". "No tendremos descanso hasta que los presos políticos y los exiliados queden en libertad. Me comprometo contigo, Forn, a hacer todo lo posible para conseguir vuestra libertad". Además, se comprometió a poner el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento hasta que los presos sean puestos en libertad. El pleno acabó con Els Segadors, que Valls y los dos concejales de ERC no cantaron.

Al término, los concejales atravesaron la plaza de San Jaime para cumplimentar al presidente de la Generalidad, un epílogo del que Forn estuvo ausente, ya de camino a la cárcel. En el exterior se registraron enfrentamientos entre partidarios de Colau y separatistas.

Valls le niega la mano a Torra

En el interior del palacio de la Generalidad, Manuel Valls ha rehusado darse la mano a Quim Torra.

Los concejales del PP y los tres de Ciudadanos que forman parte del grupo de Valls se ausentaron del trámite en el edificio de enfrente. Colau volvió a intervenir y aseguró ante Torra lealtad institucional e insistió de nuevo en la "situación política", en la "situación injusta" de Joaquim Forn. Además pidió a la Generalidad la máxima colaboración. Torra felicitó a la alcaldesa, citó a Forn y arengó sobre el derecho de autodeterminación. Valls y el socialista Collboni fueron los únicos que no aplaudieron a Torra.

A la salida de los concejales del palacio de la Generalidad, un grupo de separatistas arrojaron objetos contra la comitiva.

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