Albert Rivera se reunía este jueves en Bruselas con sus socios liberales europeos, en pleno proceso de configuración del grupo que formarán con el partido de Emmanuel Macron en la nueva Eurocámara. El líder de Ciudadanos llegaba al encuentro en un momento delicado, en el que cada vez más voces le piden que alcance algún tipo de acuerdo con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, y veinticuatro horas después de la andanada que le lanzó Manuel Valls, tras la ruptura de ambos en el grupo del Ayuntamiento de Barcelona.
Rivera, que también empieza a oír voces dentro de su partido que le piden que reconsidere su estrategia, se enrocaba en su posición acogiéndose a la actuación del PSOE en Navarra este miércoles, cuando le entregó a Geroa Bai, la marca navarra del PNV, la presidencia del Parlamento Foral. "Nunca un presidente del Gobierno había pactado con Batasuna" aseveraba con contundencia, acusando a Sánchez de haber traspasado una "línea roja" en el acuerdo por el que, además, Bildu obtiene un representante en la Mesa de la cámara navarra.
Para Rivera, no hay duda alguna de que todo ello es la "antesala" de un futuro acuerdo del PSN con los nacionalistas para frustrar un Gobierno de Navarra Suma, la coalición de Unión del Pueblo Navarro (UPN) con PP y Ciudadanos que ganó las elecciones forales.
Valls, Colau y el lazo amarillo
Preguntado por la ruptura con Valls, Rivera ni citaba al ex primer ministro francés, con quien ya hacía meses que no se hablaba, aunque le lanzaba varios dardos velados, incluido acusarle de llevar "un cuarto de hora" en la lucha contra los nacionalistas catalanes.
El líder naranja sacaba pecho de su oposición a hacer alcaldesa a Ada Colau, algo que posibilitaron Valls y los otros dos concejales independientes, recordando que la primera decisión de la alcaldesa fue colocar un lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento. "Nuestros cuatro concejales van a formar un grupo municipal, van a tener una voz constitucionalista firme frente a Maragall [Ernest] y Colau, y no, desde luego, legitimando a Colau ni aplaudiendo que ponga lazos amarillos" sentenciaba.
También tenía ocasión de pronunciarse por los acuerdos, directos o indirectos, con Vox, uno de los aspectos que más duramente le reprochaba Valls y que tampoco sería del agrado de sus socios comunitarios. Al mismo tiempo que también en Bruselas Sánchez mantenía un encuentro con el presidente francés, Emmanuel Macron y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, Rivera presumía de tener hilo directo con "el Elíseo", que, según su versión, "ha dicho justo lo contrario. Apoyan nuestros pactos, nos han felicitado, incluso, tanto en Andalucía como en otros acuerdos".
Los primeros ministros y líderes de centro europeos se han reunido hoy antes de la cumbre de Bruselas que empezará hoy a decidir sobre el futuro liderazgo de la UE. @CiudadanosCs está en el centro de todas esas decisiones, como muestra la foto de familia a href="https://t.co/XuFmiH6XMW">pic.twitter.com/XuFmiH6XMW
— Luis Garicano (@lugaricano) June 20, 2019
Poco después, diversas informaciones que citaban fuentes del Gobierno francés negaban este extremo e incluso lo ponían en boca de Macron. Ciudadanos se afanaba entonces en destacar en las redes la foto de familia de los liberales, en la que Rivera ocupa un lugar preferente junto a la hasta ahora comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, una de las figuras de la familia liberal, que la postula como presidenta de la Comisión Europa, y la mujer que inspiró la célebre serie Borgen sobre la política en Dinamarca.
A última hora de la tarde, Ciudadanos aclaraba que Rivera se refería, cuando hablaba de las felicitaciones, a dirigentes del partido En Marche, y no explícitamente al presidente francés ni a su Gobierno.