Los tres partidos del centro derecha reaccionaban este domingo a la muerte del ex fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, fallecido en Madrid a los 73 años. A través de Twitter, PP, Ciudadanos y Vox mandaban condolencias a la familia del jurista y realizaban encendidos elogios de su su figura, destacando su lucha contra el terrorismo.
"Una gran pérdida", tuiteaba la diputada popular María Jesús Moro, en un mensaje inmediatamente retuiteado por su jefe de filas, Pablo Casado. Albert Rivera, por su parte, se hacía eco de la luctuosa noticia con un mensaje propio en su perfil, donde no ahorraba elogios al que definía como "un gran patriota" y "un digno defensor de nuestra democracia y de nuestro Estado de derecho". El presidente de Ciudadanos hablaba, además, del "extraordinario fiscal a quien siempre agradeceremos su firme lucha contra ETA".
Posteriormente, Casado decía de su puño y letra en la misma red social que Fungairiño fue "implacable contra ETA en los años más duros de la banda terrorista" y Santiago Abascal mostraba su condolencia ante el fallecimiento de "un patriota y un hombre de ley, al que los españoles y las víctimas del terrorismo debemos tanto".
Destituido durante la negociación de Zapatero con ETA
También desde Vox, su portavoz parlamentario, Ivan Espinosa de los Monteros, retuiteaba un mensaje del senador de la formación conservadora, Francisco José Alcaraz. El que fuera presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) decía: "Se nos va un gran fiscal y mejor persona. Siempre en deuda por su ayuda a mi familia" y aludía así a su salida de la Audiencia Nacional en 2006: "Fue el primer pago de ZP a ETA".
D.E.P. amigo, se nos va un gran fiscal y mejor persona. Siempre en deuda por su ayuda a mi familia. Fue el primer pago de ZP a ETA. pic.twitter.com/rixOsFpVWt
— José Alcaraz Martos (@fjosealcaraz) June 30, 2019
En aquel año, cuando el Gobierno socialista acababa de comenzar un proceso de negociación con ETA, tras el anuncio de un alto el fuego que se rompería en diciembre con el atentado en la Terminal 4 del Aeropuerto madrileño de Barajas, el entonces Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, quien había manifestado que "las togas deben mancharse con el polvo del camino", decidió destituir a Fungairiño. Al frente de la AVT, Alcaraz encabezó la conocida como Rebelión Cívica que llevó a cabo masivas movilizaciones callejeras en contra de la negociación con los terroristas, y a las que se sumó el PP, entonces en la oposición.