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Rivera, cegado por la ira y enfadado con todos

Iglesias y Sánchez siguen con el jueguecito del "llama tú cuelga tú" sacando conejos de la chistera.

El Mundo dice que "Iglesias ofrece a Sánchez una coalición temporal y éste la rechaza en 10 minutos". ¿Tanto tardó? Le daría la risa. Emilia Landaluce se mete en el jardín de intentar desentrañar el misterio de Rivera. "No sé por qué muchos tienen la costumbre de no creer a Rivera. Por eso, pese a que se hartó de advertir de que no apoyaría al PSOE, algunos le votaron para que Pedro Sánchez no tuviera que pactar con Podemos y los independentistas". Debe ser porque también se hartó de decir que Ciudadanos estaba ahí para que los gobiernos no dependieran de los nacionalismos. El caso es que desvela (citando la fuente) que "Sánchez quiso llamar a Rivera después de conocer el resultado del 28-A. 'Que llame él', le aconsejó Iván Redondo. Y Pedro se quedó esperando como un novia especialmente impaciente". "El problema es que Albert contaba con que 'Sánchez y su banda' formaran gobierno y que tendría al menos dos años por delante para consolidarse como líder de la derecha", y el tiro le ha salido por la culata y amenaza con volverse contra él. "No imaginaba que Sánchez, que es tan pragmático como él, tampoco quería mandar con Podemos y que, pese a los 'con Rivera no' que le gritaban en Ferraz, se quedaría esperando su llamada". El caso Emilia, es que Pedro sí llamó y Albert le dio con el teléfono en las narices. Y es que, como dice Nicolás Redondo Terreros, Rivera "ha preferido ser coherente con la promesa electoral, aunque esa coherencia reduzca su espacio político, a la competición con los populares, asegurando una larga hegemonía a los socialistas". Y cargándose su partido, de paso. "Dicen que la ira es una de las formas que tienen los dioses para confundir a los humanos, pues a Rivera, cada día mas enfadado con todos, parece que ha logrado cegarle". Más bien le ha sacado los ojos. El que fuera simpático y guapetón yerno perfecto se ha convertido en un tipo orgulloso, engreído, maleducado, antipático e insoportable. Y Federico Jiménez Losantos está harto de las Diadas pinchadas. "Ya quisiera yo que la causa de España y la libertad, cobarde y retorcidamente llamada constitucionalista estuviese tan muerta, o al menos tan herida, como la tiranía separatista", pero lo cierto es que está viva y coleando. "Cuando cierren la Generalitat que gasta montañas de dinero en promover el golpismo, lo medios que lo cobran y los colegios que adoctrinan a los niños en el odio a España, a todo lo español y a lo catalán histórico y real, empezaré a creer que la Diada, como tantos aseguraban ayer, ha pinchado. Mientras creo que lo que hace el separatismo es simplemente cambiar de rueda".

El País dice que "Feijóo plantea un acuerdo PP-PSOE e Iglesias una coalición temporal". Feijóo, el perro del hortelano. Le dijo Iglesias a Pedro que podría "romper si cree que no funciona". Gracias Pablo, le diría Pedro pero esa opción ya me la ofrece la ley, no hace falta que me la conceda su graciosa majestad. Anabel Díez dice que "los interlocutores gubernamentales admiten que las elecciones del próximo 10 de noviembre comportaría riesgos, pero al mismo tiempo defienden que muchos más riesgos entrañaría compartir la mesa del Consejo de Ministros con miembros de Podemos" a las órdenes de Pablo Iglesias, con la mala leche que tiene. "En ningún caso eso ocurrirá", menos mal. En cuanto al PP y Ciudadanos se han quedado con un palmo de narices, sobre todo Cs. "Sus planes eran ejercer una oposición sin concesiones a un Gobierno elegido con el apoyo de Podemos, nacionalistas e independentistas para confirmar su proclama de que todo era teatro y Sánchez tenía ya cerrado el acuerdo con Iglesias. No parece". Ese era el relato de Rivera, Anabel, no del PP, no le robes la autoría y el protagonismo del ridículo más espantoso de la política reciente.

ABC celebra el cumpleaños del plagio de Sánchez. "Sánchez, un año sin dar explicaciones sobre su tesis". Dice el editorial que "si España vuelve a las urnas será por expreso deseo de Pedro Sánchez, por su oportunismo electoralista y por su tacticismo narcisista ajeno al bienestar común de los españoles". Parece que algunos no digieren bien que al final no haya acuerdo con los bildus, podemitas, indepes y demás. Habría que ver los editoriales si ese pacto se produjera. Luis Ventoso habla del "chapucero" CIS de ayer. Según Tezanos, "los españoles han visto por fin la luz del progresismo y desertan en masa de las malévolas opciones de derechas para entregarse al sanchismo". Pero si hasta los voxeros van a votar en masa a Sánchez. Y el listo de Carrascal propone ahora una apuesta de si habrá o no elecciones. "La mía es que Sánchez decida jugársela". Hombre, Carrascal, a estas alturas no arriesga mucho. "Lo que ya no apuesto es a que gane". Venga, esa sí te la veo.

La Razón dice que "dirigentes del PP apoyan una abstención después de las elecciones". Feijóo, en concreto. Dice el editorial que dado que con Rivera no puede contar para nada, "recaería sobre Casado el ingrato dilema de facilitar una salida, llamémosla de Estado, al candidato socialista o mantenerse en su legítimo papel de opositor". Una cosa no quita la otra. Eso sí, "sólo sería entendible una abstención del PP si esta viene precedida de los necesarios acuerdos y compromisos". Además, "debe ser el propio Sánchez quien solicite la apertura de negociaciones". No parece difícil negociar con Casado. "A Pablo Casado se le presenta una papeleta difícil, pero no ajena a su puesto". A la larga le puede reportar más beneficios. Sería el indiscutible líder de la derecha moderada y con sentido común.

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