Declaración institucional del presidente y del vicepresidente de la Generalidad, Quim Torra y Pere Aragonès. El Govern está fracturado y cada partido, Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, reclama su cuota de pantalla. Arranca Aragonès, que arremete contra el Tribunal Supremo, a cuya sentencia culpa de la situación de violencia. "Estamos en una situación gravísima en primer lugar por una sentencia que suma cien años de injusticia y recorta derechos básicos, una sentencia que profundiza en el conflicto". Arremete después contra la Policía Nacional. "Exigimos al Gobierno que su policía actúe en Cataluña con criterios de congruencia y proporcionalidad, que aplique los criterios de actuación que le exigía el 'sindic de greuges' (defensor del pueblo autonómico)".
Gesto duro de Aragonès, al que en el Gobierno tienen por un "moderado" y un "pragmático". ERC se ve arrastrada por JxCat en la escalada retórica. "Los hechos son producto de la frustración de una parte importante de la población", añade el vicepresidente. Ningún llamamiento a la calma, ninguna condena a los violentos. Para acabar su intervención, un reproche: "Reclamamos al Gobierno una reunión y el Gobierno nos envía al ministro del Interior".
Primero las barricadas, luego el mensaje
Turno para Torra. "Instamos al presidente del Gobierno en funciones a fijar hoy mismo día y hora para sentarnos en una mesa de diálogo sin condiciones", afirma el presidente de la Generalidad, que pasa a perorar sobre el supuesto carácter pacífico, mayoritario, transversal, no violento e incluso ético del separatismo. En cuanto a la violencia desatada en los últimos días, una leve alusión, "ninguna forma de violencia nos representa". Vuelve a evitar una condena explícita de los disturbios y advierte a modo de amenaza: "Llegaremos tan lejos como el pueblo de Cataluña quiera llegar". Sigue el desafío. Medida representación. Primero las barricadas, después el mensaje oficial.
Junto a Torra y Aragonès, los alcaldes nacionalistas de Gerona, Lérida y Tarragona, Marta Madrenas, Miquel Pueyo y Pau Ricomà. La alcaldesa de Barcelona ha rehusado formar parte de la comparecencia "institucional" en el Palacio de la Generalidad.