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ERC empuja a Torra a sus últimas horas como presidente catalán

El partido de Oriol Junqueras prepara el salto a la Generalidad aprovechando la crisis de seguridad en la calle.

El partido de Oriol Junqueras prepara el salto a la Generalidad aprovechando la crisis de seguridad en la calle.
Pere Aragonés y Quim Torra. | EFE

En el momento más complicado que atraviesa Cataluña sitiada por el separatismo radical que durante seis noches ha tratado de incendiar las cuatro capitales de provincia –con especial dureza en Barcelona– el Gobierno autonómico en manos del independentismo, está al borde de la fractura definitiva. En el séptimo día de convocatoria de concentraciones de los CDR, JxCAT y ERC se responsabilizan mutuamente de no saber controlar la situación.

Al presidente catalán, Quim Torra, le hemos visto esta semana presidir gabinetes de crisis y después calzarse las zapatillas para ir a cortar carreteras. Una imagen que nunca entendieron en ERC que ha querido marcar distancia desde el principio con los violentos forzando, incluso, la imagen del abucheo al diputado Gabriel Rufián en las protestas de este sábado frente al Tribunal de Justicia de Cataluña. Todo con la vista puesta en las próximas elecciones generales.

Fue el anuncio sorpresa de Torra de un nuevo referéndum para 2020 a espalda de sus socios el detonante para dar luz verde a la "vía Aragonès". El vicepresidente catalán, sucesor designado por Junqueras se prepara para dar el salto a la Generalidad y tomar el Gobierno con ayuda del PSC. Miquel Iceta ya ofreció su apoyo a ERC para negociar las cuentas autonómicas para 2020 y esta semana afirmaba en una entrevista en la Cadena Ser que "hay que apartar a Torra, hay que apelar a ERC", después de haberse negado a apoyar la moción de censura propuesta por Ciudadanos.

Este domingo, el condenado por el golpe del 1-O, Oriol Junqueras, daba luz verde a la operación desde Lledoners llamando a "buscar nuevas mayorías". ERC contaría en su jugada con el apoyo de los comunes que han vuelto a pedir esta semana su dimisión: "Torra ya no tiene credibilidad", afirmaba este sábado la portavoz, Jéssica Albiach. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también se posicionaba formalmente junto a los de Junqueras este sábado plantando al presidente catalán en la reunión de evaluación de daños por la mañana y asistiendo al encuentro posterior con el presidente del Parlamento, Roger Torrent, por la tarde.

Una cita ésta, que desató el enfado de los del fugado. Puigdemont no tuvo reparo en hablar de "deslealtades" en un mensaje en las redes sociales mientras comenzaban a arder las primeras hogueras provocadas por los violentos en Barcelona. "Divisiones intencionadas que serán un obstáculo difícil de superar", advertía Puigdemont en su Twitter. Por lo pronto, ERC perfila ahora el momento y la vía para forzar a Torra a convocar unas nuevas elecciones sin descartar una posible moción.

El presidente catalán se enfrenta a una posible inhabilitación por desobediencia en los próximos meses pero ERC no quiere esperar y aprovechará la violencia en la calle para adelantar su marcha de la Generalidad.

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