La Diputación Permanente del Congreso acogía este martes una tensa bronca que concluía con la expulsión, por primera vez, de un diputado de Vox. Después de tres advertencias, como es preceptivo, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ordenaba a Macarena Olona desalojar la Sala Constitucional de la Cámara cuando la secretaria general del Grupo Vox intentaba pedir que se incluyera en el orden del día la situación de Cataluña y los graves disturbios de los últimos días.
Nada más dar comienzo la sesión, Olona intentaba tomar la palabra para quejarse de que el Congreso no aceptara debatir la petición de su partido para estudiar la aplicación del artículo 116 de la Constitución e instar al Gobierno a que declare el estado de excepción en Cataluña. La presidenta de las Cortes llamaba al orden a la diputada de Vox hasta en tres ocasiones, impidiéndole intervenir, y procedía finalmente a su expulsión entre aplausos de la mayoría de los diputados.
Olona abandonaba entonces la sala acompañada del resto de diputados de su partido y explicaba ya fuera, ante la prensa, que "los españoles se merecen que en la Cámara que representa la soberanía nacional se hable de los policías heridos" así como de la "grave crisis de la unidad de España" y no sólo, decía, en "los platós de televisión".
La diputada de Vox criticaba la falta de imparcialidad de Batet como presidenta de las Cortes y le reprochaba su silencio ante la petición registrada por Vox la semana pasada para que la Diputación Permanente abordara lo ocurrido en Cataluña. Desde el partido de Abascal defienden que no había ningún impedimento para aceptar su solicitud y que en el orden del día se incluyera este asunto.
La disputa por los escaños
Antes de que diera comienzo la sesión se vivían los primeros momentos de tensión cuando los diputados de la formación de Santiago Abascal ocupaban los escaños reservados al grupo de Ciudadanos, según se indicaba a través de unos carteles, ante lo que Batet les llamaba la atención y les pedía que se levantaran. Los de Vox se negaban a hacerlo ya que, según la propio Olona, en la Diputación Permanente los sitios no están prefijados.
"No vamos a callarnos y que se nos aplique el rodillo parlamentario", advertía quejándose de que les hubieran enviado al gallinero, como ocurre en el Hemiciclo, a pesar de ser la quinta fuerza política del Congreso. La diputada defendía después ante los medios que la asignación de escaños se trata sólo de una "propuesta" que no es obligatorio aceptar.
El secretario general del grupo de Ciudadanos intervenía en medio de la disputa para ofrecerse a ocupar otros asientos: "No se preocupe señora presidenta que nos movemos nosotros ante la inacción del grupo Vox que no entiende el decoro parlamentario", proponía Miguel Gutiérrez, a lo que Batet le daba las gracias y reprochaba a Vox su actitud. "Esto no es un circo, señora Olona, esto es el Congreso de los Diputados", defendía la presidenta de las Cortes, en medio del jaleo provocado por la tensión del momento.
PP y Cs critican a Vox
Tras esta trifulca, el PP y Cs criticaban la actitud de Vox por "montar el espectáculo". La portavoz en el Congreso de los populares, Cayetana Álvarez de Toledo, afeaba a Vox que utilizara la Diputación Permanente "como un plató de televisión" y cargaba contra los de Abascal por su "adanismo propio del populismo". "Han dado un espectáculo lamentable", se quejaba asegurando que prefería "morderse la lengua" para no ponerle otros calificativos a este comportamiento.
Álvarez de Toledo denunciaba además que la diputada de Vox acusara al PP de "no defiende a España, la democracia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad" por no salir en su defensa durante la disputa entre Batet y Olona. "Es una exhibición colosal de demagogia, mala fe y electoralismo", aseguraba Álvarez de Toledo recordando que previamente los diputados de Vox habían apoyado una declaración institucional presentada por el PP en defensa de la labor de las cuerpos policiales ante los altercados en Cataluña, informa Míriam Muro.