El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asegura que la tarde que se celebraba su propia moción de censura, decidió quedarse con unos amigos en un restaurante porque era mejor que irse a casa.
Esta semana Rajoy presenta su segundo libro de memorias políticas. Este nuevo volumen se titula Una España mejor y recoge los momentos más destacados de su trayectoria al frente del Ejecutivo y su satisfacción por, señala textualmente, "haber dejado una España mucho mejor de la que encontré".
Rajoy también relata cómo fueron sus últimas horas en la Moncloa y, más concretamente, qué sucedió aquella tarde en la que se debatía su propia moción de censura mientras el bolso de su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, custodiaba un vergonzoso escaño vacío.
"Pude irme a casa, pero algunos compañeros propusieron montar una comida", relata Rajoy. "Yo lo agradecí. Ellos quisieron acompañarme y yo prefería sentirme acompañado", reconoce el expresidente según un extracto publicado este domingo en El País.
Dentro de los actos de promoción de su nueva biografía, El Semanal XL publica una entrevista con Mariano Rajoy en la que le preguntan nuevamente sobre qué sucedió en aquel restaurante del centro de Madrid: "Fue una comida normal que se prolongó y en la que estaba gente que no respondía a ningún criterio concreto", afirma Rajoy.
La sobremesa de aquella comida se prolongó ocho horas. En aquel momento se dijo que incluso hubo botellas de whisky de por medio. Rajoy afirma que no recuerda bien lo que hubo y que desconoce quién pasó esa información. También desmiente que saliese "algo achispado" del restaurante: "Salí como entré".