El blindaje mediático de Pedro Sánchez ha dejado de ser noticia en España, pese a que algunos medios de comunicación como Libertad Digital siguen publicándolo. El portazo a los periodistas, la ausencia de ruedas de prensa y la limitación de preguntas se han convertido en lo ordinario para los informadores nacionales, pero no para los extranjeros.
El trato a la prensa por parte de Pedro Sánchez se convirtió en noticia en el ámbito de la cumbre climática COP 25 que se inició este lunes en el recinto ferial Ifema de Madrid, al ser informados de que sólo había cuatro turnos de pregunta, dos para el mandatario invitado y dos para el anfitrión, que suele imponer el Palacio de la Moncloa y que obliga a los periodistas a pactar las preguntas para atender las reclamaciones de todos los medios.
Un trato que fue denunciado este lunes por los periodistas extranjeros justo antes del inicio de la comparecencia conjunta de los dos anfitriones de la COP, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la jornada inaugural. Los periodistas extranjeros, tanto los europeos como los iberoamericanos, se quejaron del comportamiento "antidemocrático e injusto" que impedía que los periodistas pudiera realizar su trabajo libremente y de forma "igualitaria".
"Aquí todos levantamos la mano y que se responda a nuestras preguntas", denunciaba Thais Gadea, periodista argentina especialista en cambio climático y que acarrea cinco cumbres de la COP a sus espaldas en los últimos cinco años: "Nunca había visto esto", explicó en Es la Tarde de Dieter en esRadio.
La misma idea que quiso manifestar otra colega chilena justo antes de preguntar en rueda de prensa: "Muchas gracias. Mi nombre es Julia, soy de un medio independiente. Un medio que sirve para comunicar... Antes de nada, decir que acá mi colega tiene ya cinco COP y yo dos y esta es la primera vez que no nos han dado un pase de prensa para levantar la mano, que nos han hecho organizarnos para elegir quiénes van a preguntar... así que quería mencionar eso porque no creemos que sea justo para los periodistas".
Pedro Sánchez fruncía el ceño y mostraba su característico rictus serio, mandíbulas apretadas, haciendo constar su enfado pero sin hacer mención alguna a lo manifestado por los informadores extranjeros.